La tríada

La coincidencia de la tríada no tuvo nombre. Ayer, en el Senado de la República, el Gobierno de Felipe Calderón, en voz de uno de sus hacendarios, los banqueros y la institución que supuestamente vigila a la banca, la Condusef, han dicho muy orondos y tomados de la mano que imponer un techo (límite) a las tasas de interés —como es el propósito político y legislativo de una buena parte de la oposición y de un sector del Partido Acción Nacional (PAN)— “perjudicaría” a los sectores más desprotegidos de la población, porque no tendrían ya acceso a las tarjetas de crédito.

Habían llegado al Senado aupados exactamente sobre el mismo argumento; haciendo una obvia causa común ante el pleno de la Comisión de Hacienda del Senado. Guillermo Zamarripa —jefe de la Unidad de Banca, Valores y Ahorro de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público— llegó pidiendo a los senadores: “Que no se les pase la mano”, en alusión al inicio de la revisión de una treintena de iniciativas que plantean cambios jurídicos en el sistema financiero mexicano. Y les advertía: “Se debe tener mucho cuidado, ya que si cortamos de más en esta cirugía se podría dañar al sistema bancario y financiero del país”.
El enviado por los banqueros, Enrique Castillo Sánchez —presidente de la Asociación de Banqueros de México—, de plano se tiró al suelo: “Imponer topes o controles a las tasas de interés afectaría al sistema bancario y a las clases más desprotegidas, que no podrían tener acceso a las tarjetas de crédito”.

Y quien fue a recogerlo con rapidez fue el titular de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), Luis Pazos de la Torre. “Tiene sus peligros”, dijo Pazos cuando comentó sobre la determinación del Congreso en legislar sobre la materia. Y procuraba dejarles clavada la pica: “Podrían aprobar algo que a lo mejor se revierte”.

A la reunión habían asistido casi todos los senadores que conforman el pleno de la Comisión, que preside Isabel Trejo Reyes (PAN). Los legisladores de Xicoténcatl han comenzado, de modo formal, la revisión de las iniciativas que tratan de las tasas de interés y las comisiones bancarias por sus servicios. Y tales iniciativas —declaraba en el principio Trejo— suman 30, de todos los grupos parlamentarios, relacionadas con la banca mexicana y con las funciones del Banco de México.

Escuchar de boca de perredistas, petistas, priistas y pcedistas que el abuso de los banqueros no tiene nombre que lo describa, es común, como ocurrió con el perredista Tomás Torres, que en su arenga al Senado dijo que en materia de regulación de tasas de interés no se puede esperar que los banqueros tengan piedad de las personas.

No ha sido asunto cotidiano escuchar a la gente del PAN criticar a la banca. Será el año electoral; será que la banca ya también los cansó… Ayer sucedió con Rubén Camarillo, quien a los banqueros les dijo: “Han jugado muy rudo a los usuarios, y es hora de una mayor intervención del Estado para que el Banco de México tenga más facultades de regulación de las tasas de interés”.
Según Trejo, son 30 iniciativas las que han sido colocadas bajo revisión en la Comisión de Hacienda del Senado. De ésas, unas 11 tratan de las comisiones y las tasas de interés. En la revisión de éstas, irán incorporando planteamientos que se escucharon en el Foro reciente, sobre la crisis en México.

Entre ese manojo de propuestas que surgieron del Foro, hubo unas de gran peso, como las que pronunciaron más de dos ex presidentes y empresarios como Carlos Slim, en el sentido de que el modelo financiero mexicano debería ser transformado radicalmente, por uno que ya no permitiera un fenómeno negativo.