Domingo, 24 de Noviembre 2024
México | La ludopatía es considerada por la OMS como un trastorno de los hábitos y el control de los impulsos

La soledad y deudas, pesadillas de apostadores

En los últimos años las salas de juego se urbanizaron y ahora se encuentran dentro de los centros comerciales y cerca de zonas de vivienda

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO.- Deudas millonarias, desintegración familiar e inseguridad son algunas de las consecuencias de la adicción a los juegos de azar, conocida como ludopatía.

Este padecimiento es considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS), como “un trastorno de los hábitos y el control de los impulsos” y de acuerdo con el grupo de autoayuda Jugadores Anónimos “es una enfermedad incurable, que se puede controlar”.

Ante el incremento de salas de juego en el Distrito Federal y la falta de información existente sobre el tema, el riesgo de que las personas se conviertan en jugadores compulsivos “es muy alto”, señaló Carlos del Moral, fundador de Jugadores en Recuperación.

En los últimos años las salas de juego se urbanizaron al encontrarse dentro de los centros comerciales y cerca de zonas de vivienda, lo que facilita el acceso de las personas a ellos y a la posibilidad de convertirse en adicto.

Alfredo Estrada, médico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que el azar estimula al cerebro, el cual libera sustancias como la dopamina o endorfinas que dejan una sensación de placer y relajamiento, debido a ellas la persona regresa al juego, pues inducen la dependencia al mismo.

Según el especialista, la ludopatía puede ser comparada con una adicción: “cada vez apuesta más, juega más, involucra áreas de funcionamiento del cuerpo y daña las relaciones familiares, de trabajo y lleva a una situación económica precaria”.

Repunta presencia de mujeres en casinos

Ante la falta de estudios que permitan dimensionar la problemática, Carlos del Moral, del grupo Jugadores en Recuperación, señaló que hasta hace unos años los juegos de azar eran considerados exclusivos de los hombres, sin embargo, en la actualidad existe un incremento de mujeres en las salas de apuestas.

“Yo me atrevería a decir que del universo de jugadores compulsivos entre 60% y 65% son mujeres”; además de que los adultos mayores acuden con frecuencia “con el afán de socializar, pero muchas veces lo único que consiguen es perder sus pensiones”.

Según las leyes de la probabilidad, en los juegos de azar las posibilidades de ganar son menores a las de perder, sin embargo, los ludópatas osan desafiar ese principio.

En los salones de juego “se comercializan sueños, la gente se ve con el dinero multiplicado cumpliendo lo que siempre ha querido”, dijo Carlos del Moral. (El Universal)

La Organización Mundial de la Salud afirma que las personas tienen la posibilidad de convertirse en adictos a los juegos de azar, y asegura que este trastorno es incurable.

FRASE

La ludopatía puede ser comparada con una adicción. Cada vez apuesta más, juega más, involucra áreas del funcionamiento del cuerpo y daña las relaciones familiares
Alfredo Estrada, médico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Con deseo de que la suerte esté de mi lado

Tu corazón palpita a mil por hora, tus manos sudan mientras un hueco se apodera de tu estómago. En lo alto, el tablero luminoso de números concentra las miradas de todos.

Sólo falta un número. Lo piensas, sufres, lo invocas, sólo quieres que aparezca para liberar la mezcla de emociones que te tienen intranquilo.

Aguzas el oído para entender a la perfección cada cifra que anuncian.

Un grito a lo lejos te hace comprender que otra vez te quedaste a una casilla de llevarte el premio y tú en lo único que piensas es en lo cerca que estuviste de ganar.

Avientas el pedazo de cartón con taches pintados al montón de los que lo precedieron. Hurgas en tu bolsillo. Diez pesos. Todavía te alcanza. Pides otra oportunidad. Estás de suerte, es hora del seis por uno. Todos los números, más posibilidades de vencer al azar... pero eso no sucede.

Tu corazón sigue latiendo. Inicia la nueva ronda. Primera cifra. La tienes. Segunda, también. Tercera, estás de suerte.

Imaginas en lo que pasaría si el destino o el azar estuvieran de tu lado. Quieres ganar para seguir jugando y aunque pierdes, desafías a la suerte.

Al siguiente día vuelves con la ilusión de que esta vez tu fortuna cambió.

Otra vez los nervios. Alrededor de ti más jugadores que buscan lo mismo que tú: acariciar el triunfo.

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