La poderosa Mariana

Seguramente México va a perder. Su candidato no tiene fuerza exterior. Nadie lo conoce en Iberoamérica, no tiene una trayectoria destacada como internacionalista, pero eso sí, dentro de México cuenta con un madrinazgo que se ha vuelto de gran relevancia política.

Miguel Ángel Carrión es el candidato de México para encabezar la Organización Iberoamericana de la Juventud, cuyo liderazgo se renueva en unos días. En realidad, el aspirante de Argentina se volvió el favorito desde que el Gobierno de Felipe Calderón decidió no nominar a Max Trejo, cuyo trabajo de cinco años en el Sistema Iberoamericano, de la mano del expresidente del BID, Enrique Iglesias, y su Premio Nacional de la Juventud 2009 en México, le habían granjeado nueve de los 11 votos que hacen falta para ganar la posición. El respaldo de México sería el décimo y sólo le quedaba uno por conquistar.

¿Quién tomó la decisión de a quién postular? Formalmente, el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio.

Necesariamente, con la venia de la canciller Patricia Espinosa. Mínimamente, en coordinación con la presidenta del Instituto Nacional de la Juventud, Isabel Priscila Vera. En la realidad, los dos secretarios de Estado, no se diga la funcionaria del Injuve, se sometieron a la voluntad de la cada vez más poderosa e influyente Mariana Gómez Del Campo, diputada a la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, coordinadora de la bancada del PAN ahí, ex dirigente del blanquiazul en la Ciudad de México y sobrina del Presidente de México, Felipe Calderón: el candidato que postulará México a la Organización Internacional de la Juventud, Miguel Ángel Carrión, era su asesor en la Asamblea.

Las juventudes calderonistas tienen generala. Quiere ser jefa de gobierno del Distrito Federal. Juega en la sucesión panista a favor de Gustavo Madero, que se ha vuelto el abanderado del Yunque y algún sector disminuido, no muy convencido de las cercanías presidenciales.

Pero como en el PAN están muy divididos —basta atestiguar la lucha por la sucesión de César Nava como dirigente nacional—, las juventudes no-calderonistas también tienen a la suya, y se llama Gabriela Cuevas, la ex delegada en Miguel Hidalgo del Distrito Federal y ahora influyente diputada federal que jugó un papel relevante en la negociación del Presupuesto 2011 aprobado ayer. Entre las dos se disputan los destinos del PAN en la Ciudad de México, entre las dos se pelean la figura de máxima opositora al perredista Marcelo Ebrard y ambas quieren ser las candidatas blanquiazules al gobierno capitalino. Desde sus curules, diseñan sus estrategias.

Pero Mariana Gómez del Campo es más poderosa. Le ayuda el apellido. Contribuye su propia operación política. Y su nombre figura siempre. No es figura decorativa. Es factor.

Saciamorbos

¿Qué enseñanza dejó la pelea de Margarito contra Pacquiao? Que el congresista vapulea al mexicano; el mexicano sale hinchado de la tunda, y el congresista hinchado también, pero de dinero.