La deuda de usted

El Ayuntamiento tapatío, o mejor dicho, los regidores priistas y el alcalde tricolor, optaron esta semana por aceptar una deuda de mil 100 millones de pesos pagaderos a 25 años. En la jerga doméstica se diría que firmaron con la tarjeta, pero el dinero parece que sí es urgente: es para repavimentar las obsoletas calles de la ciudad.

¿Quién puede estar en contra de algo así? Peatones, ciclistas, usuarios de transporte público y automovilistas han rebotado en los hoyos de esta ciudad, cuando bien les ha ido, o han caído en los agujeros tapatíos cuando mala suerte han tenido. Arreglar los pavimentos, con más de una década de caducos, según datos de este diario, es una prioridad.

Pero veamos si el bolsillo del Ayuntamiento aguanta. El presupuesto global del municipio es, pesos más, pesos menos, de cuatro mil 800 millones de pesos para 2010. En deuda a corto plazo hay poco más de 200 millones, es decir menos de 5% del presupuesto. Bastante manejable, diría cualquier experta en finanzas domésticas.

Sin embargo, la deuda completa era ya de mil 580 millones (uuf), más los mil 100 nuevos, queda en la friolera de dos mil 680 millones de pesos (recontra uuf). Ahora sí suena alarmante, ¿no? Pero ¿qué significa?

Los especialistas en finanzas públicas están preocupados por la afición mexicana a la deuda. Por más loable que sea el objetivo, endeudarse sin tener garantías conduce (lo saben también los no especialistas) al desastre del bolsillo. El economista Juan Pardinas, por mencionar uno, ha sugerido a través del IMCO algunas medidas concretas. Por ejemplo, que la deuda sea menor a la inversión en capital, que 35% de la deuda esté garantizado con recursos propios y que la deuda no se contrate en el último año.

En el primero, la nueva administración no cumple. La inversión en capital, juntando acciones y otros activos, apenas llega a 214 millones de pesos, según los datos del propio Gobierno municipal. Garantiza la deuda a corto plazo, pero uf, queda lejos de la otra.

En la segunda medida la ciudad no queda tan mal: de ingresos propios tiene estimados unos mil 500 millones de pesos, lo que representa más de la mitad (56%) de la deuda.

Por último, la deuda no se está contratando al cuarto para las doce. Vaya, ése es un alivio. Pregúntenle cómo le va al gobernador de Nuevo León con los compromisos que le dejaron.
Concluyo. La nueva deuda, con fines loables, parece viable, aunque queda claro que el Ayuntamiento debe tener más inversiones. El presupuesto de Guadalajara está entre los tres más grandes (netos) del país, y es un modelo a seguir, pero además, ¿de quién es el dinero, a ver? ¿Y de quién la deuda? No es de Aristóteles Sandoval, es de usted.
Por eso hay que cuidarle los límites.

La sopa

De hoy en adelante, esta columna cambia de nombre, en un esfuerzo por reivindicar la bonita costumbre doméstica de cocinar. Yo sí hago la sopa.