La corrupción afecta a las instituciones públicas: Alejandro Encinas

CIUDAD DE MÉXICO (01/AGO/2016).- En los Objetivos 2030 de la ONU, Instituciones Sólidas es tema fundamental, por ello, se entrevistó al senador Alejandro Encinas, presidente de la Comisión de Estudios Legislativos, y un legislador clave para la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, sobre la impunidad y la corrupción en las instituciones públicas.

El senador Encinas responde: Hay una fuerte crisis de las instituciones públicas del país. Pérdida enorme de credibilidad y desconfianza institucional. La corrupción lo ha corroído todo, desde la vida pública hasta sectores de la sociedad.

Fue importante la creación del Sistema Nacional Anticorrupción, continúo, pero faltó hacer obligatorias las declaraciones patrimoniales y de interés de los servidores públicos, y establecer control sobre los beneficiarios de los contratos de obra y adquisiciones del gobierno de todos niveles.

No se tocó al Poder Judicial, fuente de impunidad. Porque en este país actos de corrupción son del dominio público y permanecen intocados; el Ejecutivo federal reconoce el tema de la “Casa Blanca”, y ofrece una disculpa...cuando no es una falta administrativa sino abuso del servicio público. Gobernadores falsifican documentos para contratación de deuda pública y quedan sin sanción. Duarte, en Veracruz, adquiere residencias en Estados Unidos que ni acumulando el salario de diputado y gobernador de nueve años podría pagar. Además, es urgente la desaparición de fuero de los que gozan los servidores públicos y representantes populares.

Falta separar la designación de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) de las prerrogativas del Presidente. Terminar con que el Consejo de Judicatura sea presidido por el titular de la SCJN, lo que los convierte en juez y parte; terminar con facultades de algunos secretarios de juzgados para emitir resoluciones ante la ausencia de jueces.

Esto debe cambiar si se quiere terminar con la corrupción y la impunidad en el país. Y esto incluye a los partidos políticos que tienen una fuerte crisis. La mejor evidencia es el voto de castigo en las pasadas elecciones.

La corrupción se convirtió en el engranaje del sistema político. No es un tema de cultura, es problema de ejercicio del sistema político y del presidencialismo mexicano, porque a partir de ahí se han conformado los órganos del poder.

Acerca de los bonos a legisladores y la falta de transparencia en el Poder Legislativo, respondió:

“El manejo discrecional de los recursos económicos más importantes en las Cámaras está en las áreas administrativas controladas por órganos de Gobierno, particularmente la Junta de Coordinación Política y las presidencias de las Mesa Directivas.

Unificación, camino hacia 2018

Al cuestionarlo sobre quién para 2018, señaló: “Hay que construir un polo que unifique a la izquierda y a las fuerzas progresistas. Será difícil llegar al nivel de 2012, pero el liderazgo más consolidado está en López Obrador. Y está surgiendo un fenómeno donde más allá de los partidos, los militantes y la sociedad se inclinan por proyectos que sean una alternativa de oposición clara a la actual autoridad. Ahí están Enrique Alfaro, en Guadalajara, o Javier Corral, en Chihuahua. Ejemplos a seguir. La militancia del PRD, independientemente de las decisiones de sus dirigentes, optará por candidatos que representen una alternativa, muchos irán por López Obrador.

TRES DÉCADAS DE TRABAJO

La izquierda está fragmentada y pierde fuerza

El legislador fue inquirido sobre la izquierda en México, ¿ Margarita Zavala, candidata del PRD?

—Qué ironía que militantes del PRD acepten como candidata a la esposa de quien despojó al propio PRD de la Presidencia de la República... Esto es síntoma de la descomposición que existe.

Después de tres décadas de procesos de unificación, continúa el senador Encinas, hoy hay fragmentación y la competencia entre la propia izquierda sobre el mismo electorado. Además, en algunos grupos hay desdibujamiento político e ideológico, pérdida de autonomía política respecto del poder público en el PRD. Y el Partido del Trabajo mantuvo su registro por un acuerdo con el Ejecutivo federal.

Hay que revertir esta situación. La izquierda tenía un proyecto claramente diferenciado de lo que representan el PRI, el PAN, el Partido Verde; hoy, está diluido y han subsumido las negativas prácticas del viejo sistema político que antes combatían: clientelismo, control de la militancia y la compra del voto, respondiendo a intereses de un grupo, no al ciudadano.

Sobre su renuncia al PRD, dijo: Es inaceptable que un partido que nació en la lucha contra la represión, que peleó por la defensa de los derechos humanos y que fue perseguido, pase de víctima a victimario. Esto llevó a mi salida del PRD.