Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | ATANDO CABOS POR DENISE MAERKER

La comisión del olvido

¿Qué le vamos a ofrecer a la clase política, a cambio de que apruebe un conjunto de iniciativas que representan una pérdida para ellos y una ganancia para la sociedad?

Por: EL INFORMADOR

¿Qué le vamos a ofrecer a la clase política, a cambio de que apruebe un conjunto de iniciativas que representan una pérdida para ellos y una ganancia para la sociedad? Y es necesario planteárselo de esta forma, porque ahora que se ha hecho público que para que el partido mayoritario en la Cámara ( PRI) votara el aumento de un punto del IVA negoció que no hubieran alianzas opositoras en varios estados en los que mantiene auténticos cacicazgos, queda claro que el trueque es lo único que mueve a nuestros legisladores.

Y no confundamos este tipo de trueque con una negociación democrática normal: si lo lógico es que el PRI pidiera a cambio de su voto más recursos para sus estados, o incluso la construcción de un acuerdo político y electoral de mediano plazo que comprometiera a ambas partes a ir juntos en otros temas, exigir que no se atentara contra el control absoluto que ejercen en ciertos estados es evidenciar, una vez más, su linaje autoritario y antidemocrático.

Pero si eso es lo legítimo y aceptable para nuestra clase política, ¿qué hacer? Ya no podemos seguir abogando a favor de ciertos cambios con la cantaleta de que es lo mejor para el país, que acabaría con la parálisis de las instituciones, que mejoraría el proceso de toma de decisiones, que fortalecería la rendición de cuentas y demás argumentos. Eso no sirve y a ellos no les dice nada. Hay que ofrecerles algo a cambio. El problema es ¿qué? Porque lo que les pedimos les afecta, y mucho: la reducción del número de diputados, la reelección de los legisladores, las candidaturas independientes, la reducción del dinero que reciben los partidos. ¡Con razón nos dan puras largas!

Veo pocas alternativas, pero pensemos como ellos. ¿Qué les interesa de nosotros? Únicamente los votos y nuestro dinero. Prometerles que vamos a votar por ellos a cambio de que pasen ciertas reformas no es viable, porque de entrada nos pedirían pruebas, seguramente fotocopias de nuestras credenciales de elector y foto dentro de la urna, pero sobre todo porque se necesita el voto de más de un partido. Quitarles el dinero es lo que más les dolería, pero no hay forma de hacerlo sin dejar de pagar impuestos, y eso legalmente es imposible. Queda una: prometerles la eterna impunidad. ¡En lugar de hacer una comisión de la verdad, hagamos una comisión del olvido! Planteemos una lista ambiciosa de iniciativas que cuenten con el apoyo amplio de especialistas y población, y ofrezcámosles un “borrón y cuenta nueva”.

Algo me dice que entonces sí se interesarían en el tema.

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