La calle, la protagonista del segundo debate

GUADALAJARA, JALISCO (10/JUN/2012).- Esperábamos un ambiente estilo fútbol: aficionados defendiendo sus colores, camiones con los protagonistas cubiertos de porras y ánimo; y, por supuesto, una pasarela política digna de los grandes eventos. Las inmediaciones de la Expo Guadalajara, sede del segundo debate presidencial, reflejaban una calma inesperada.

Los colonos de Chapalita caminaban a la tienda más cercana con poco conocimiento de que uno de los eventos más importantes del proceso electoral estaba a minutos de comenzar. Rogelio Cardona, residente de la zona, apenas nos regaló unas palabras de sana politización: "si ya vinieron hasta acá, pues que propongan, ¿no?". El cruce de las avenidas Mariano Otero y Las Rosas, era reflejo de un evento controlado y con poca interlocución con la ciudadanía.

El Parque de las Estrellas fue, ante la frialdad de los alrededores, el punto más álgido. La presencia del movimiento Yo Soy 132 en el ala oriente de Mariano Otero, remarcó la importancia que ha tenido este movimiento juvenil en las últimas semanas.

Con consignas como "estamos informados, no somos acarreados", pintaron rápidamente su línea de separación con los métodos de movilización tradicional de los partidos políticos. La vocación del movimiento: la democratización de los medios y la vertiente anti Enrique Peña Nieto, fueron los rasgos más claros de la marcha de los que algunos han llamado como "los enojados mexicanos".

Las barreras en su camino, no impidieron que llegaran a las narices de la Expo minutos antes de comenzado el debate. El arribo de Andrés Manuel López Obrador, candidato de la izquierda, encendió las pasiones de los manifestantes. Por un lado, una parte de los jóvenes se abalanzaron sobre la camioneta del candidato y lo recibieron calurosamente. Por otro lado, una parte del movimiento se mantuvo frío, distante y defendió con lejanía su principio apartidista y desvinculado de cualquier candidato.

Los candidatos llegaron con los protocolos exigidos en un evento de este calibre. Sin posibilidad de jalar a decenas de simpatizantes que cobijen su llegada a la sede del debate, los candidatos sonrieron a los medios que ansiosos esperaban la foto de los debatientes. Por la entrada principal, vimos a personalidades de calibre desde el consejero electoral Benito Nacif, que minutos después anunció la decisión del Consejo del Instituto Federal Electoral (IFE) de suspender la transmisión de uno de los nuevos spots del Partido Acción Nacional (PAN), y hasta Enrique Alfaro, candidato a la gubernatura de Jalisco y que horas antes había debatido acaloradamente.

La confusión reinó en la Expo Guadalajara. No todos eran ávidos espectadores de uno de los hitos de la democracia, el segundo debate presidencial. Al mismo tiempo, la Expo Guadalajara recibía visitantes a uno de los eventos estelares para jovencitas quinceañeras: celebra tus 15. Y como si vinieran al debate, los asistentes a la feria que tenía lugar al interior de las instalaciones, tuvieron que hacer frente a los filtros de seguridad, despojarse de sus pertenencias para las revisiones y seguir indicaciones muy precisas de los custodios del debate. Así, sin deberla ni temerla, los asistentes a la Expo, sea por el motivo que sea, se enfrentaron a los protocolos de seguridad de uno de los momentos definitorios del debate.

Al final, la calle sigue siendo el protagonista de esta contienda presidencial. Las reformas estructurales se reflejaban en los cánticos y el deseo de cambio estuvo implícito en la marcha de los jóvenes manifestantes. El manifestante ya fue el personaje del año en la revista Times del año pasado, ¿será que pensaremos lo mismo tras el primero de julio?

EL INFORMADOR / ENRIQUE TOUSSAINT