GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2017).- Ninguna de las tres habla español, pero son ciudadanas mexicanas y el Gobierno del país tiene obligaciones para con ellas. En reconocimiento de esa condición, tres mujeres indígenas otomíes, Teresa González Cornelio, Jacinta Francisco Marcial y Alberta Alcántara Juan, recibieron esta tarde, en un acto inédito en la vida del Estado mexicano, un perdón público por parte de la Procuraduría General de la República, que a lo largo de cuatro años intentó negarles tres veces la reparación del daño tras acusarlas de secuestrar a seis agentes de la extinta Agencia Federal de Investigación (AFI).“Acto formal de reconocimiento de inocencia y disculpa pública”, es el que se celebró esta tarde y que las autoridades mexicanas y medios de comunicación transmitieron en vivo. La ceremonia se efectuó con intervenciones primero en el idioma originario de las víctimas, el hñähñú, y luego en español; bajo la proyección de una fotografía con los rostros de las tres mujeres, y en medio de consignas que gritaban grupos civiles que asistieron a la ceremonia.De hecho, la ceremonia combinaba los momentos convencionales de un acto protocolario con las interrupciones de los asistentes, mientras el maestro de ceremonias, el periodista Ricardo Rocha, con los breves cánticos de los asistentes.En las coberturas que hacen los medios de comunicación en redes sociales abundan además los reclamos de los comentaristas: ¿Cuántas víctimas más como estas tres mujeres habrá en el país? “¡Ésos son, ésos son, los que chingan la nación!”, se escucha en la transmisión.Las tres mujeres fueron detenidas en 2006 en Santiago Mexquititlán, municipio de Amealco de Bonfil, Querétaro; no tuvieron ayuda de intérpretes pero fueron aprehendidas. Alberta Alcántara incluso fue acusada de posesión de narcóticos. A ninguna le explicaron por qué las privaron de su libertad y no les aclararon hasta la sentencia final, en 2008 para Jacinta y en 2009 para Alberta y Teresa. Pasaron tres años y ocho meses encarceladas.La PGR tendrá que difundir el reconocimiento de este error por sus canales públicos, tanto en hñähñú como en español.
