Viernes, 29 de Noviembre 2024
México | Por José de Jesús Covarrubias Dueñas

La Doctrina Monroe

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Por: EL INFORMADOR

El quinto presidente de Estados Unidos, James Monroe, en el año de 1823, emitió una de las declaraciones de política exterior más trascendentes que haya realizado nuestro vecino del Norte y que se conoce como la Doctrina Monroe.

Como es sabido, los Estados Unidos de América se nutrió del liberalismo europeo y con dichas doctrinas masónicas erigió el gran Estado que son hoy; así, su Constitución de Philadelphia del 17 de septiembre de 1787, misma que fue ratificada por los 13 entes federados en 1792 y que a la fecha ha tenido sólo 27 enmiendas o modificaciones.

Lo anterior nos refleja un proyecto de Estado, de país, de nación y por tanto, en todos los órdenes muy claro, lo cual ha implicado políticas consistentes y que han mirado a largo plazo en torno a la consolidación de su gran ideal, que no ha cambiado, y que sus estructuras políticas y de poder giran en torno a ello.

Una de estas políticas, en materia internacional, que han sido constantes, ha sido la Doctrina Monroe, ya que los Estados Unidos propiciaron y coadyuvaron con los movimientos en los países de América para quitarse los yugos de Europa; así, la referida doctrina señala cuatro puntos que podemos sintetizar en dos: 1.- Que los Estados Unidos de América no verían con buenos ojos la intervención de cualquier potencia europea en asuntos de nuestro Continente Americano y 2.- En caso de que alguna potencia europea se inmiscuyese o interviniese en asuntos de nuestros países, los EUA, lo considerarían como una disposición no amistosa.

A partir de entonces, esta política sigue vigente y se ha venido aplicando según las circunstancias, lo que propició la fortaleza, la presencia y la política exterior de los EUA; así, la enseñanza de estas cuestiones es en el sentido de que la continuidad de una política en torno a un proyecto común es muy benéfico para el Estado y a un largo plazo, es más provechoso para el ideal que se tiene previsto.

Lo anterior ha hecho a EU los grandes maestros de la política internacional, en todas las instancias tienen presencia y su influencia es muy notable en otros aspectos, por lo cual, sin lugar a dudas, son la gran potencia del Planeta y eso también tiene que ver con su gran política exterior, que en gran medida, nació con la Doctrina Monroe.

Así, se ha edificado un país muy poderoso, con un proyecto sólido, consistente y sus políticas que giran en torno a dicho ideal; en lo cual, son congruentes, al ampliar sus espacios de influencia en el ámbito planetario a partir de un ejercicio realizado de manera exitosa en América.

En este orden de ideas, países como México y los que se sitúan hacia el Sur, hemos carecido de proyectos políticos definidos a largo plazo; además nuestros grupos políticos y gobiernos, han sido inestables, lo que ha propiciado que nuestras políticas públicas y sobre todo, en materia internacional, hayan sido diversas, cambiantes e inestables, signos que evidencian con claridad, carencia de estadistas y de gobiernos que defiendan con éxito los intereses de los países que deben representar.

Sobre dichas bases se deben analizar las relaciones entre los EUA y México; los Estados Unidos de América cuentan con un proyecto muy bien definido de país y por tanto, de todas sus políticas; en el caso que nos ocupa, México es un país que no cuenta con planteamientos definidos a largo plazo y nos deja en indefensión ante decisiones trascendentes que se toman con deliberaciones previstas, análisis de congresistas, de sus intereses específicos o poderes de hecho y de toda su sociedad informada en una sola línea, así, sus decisiones están muy bien fundadas en la defensa de sus intereses, lo cual no ocurre en el caso de México.

En este contexto, la problemática entre México y los EU tiene que ser vista de manera integral respecto de asuntos como el flujo migratorio entre ambos países, las cuestiones de las franjas fronterizas o ciudades que se interrelacionan en las dos naciones; el paso de personas por la vía ilegal, la prostitución, delincuencia, tráfico ilegal de productos, mercancías, armas, drogas y demás objetos.

Por lo anterior, en México debemos definir, a largo plazo, un proyecto político común, que nos beneficie a todos; a partir de dicha política, en la cual se encuentren inmersos todos nuestros intereses, la definición y aplicación de una política exterior en términos de reciprocidad con EU.

Es claro que requerimos hacer valer los grandes principios de la política exterior que se encuentran definidos en nuestra Norma Rectora o Constitución Federal, como la solución pacífica de las controversias en el plano internacional, entonces por qué la venta de armas; el respeto a la autodeterminación de los pueblos, entonces para qué invadirlos en diversas formas, como se hace; la reciprocidad, por ejemplo, el tratamiento en las visas, que es arbitrario o las formas de revisión a las personas que ingresan de un país a otro, que no es igual; el respeto entre las personas como entre los estados, que es la paz así como otros principios que han adoptado la ONU y demás organismos internacionales, lo cual debe ser cumplido.

México es un país pacifista, los mexicanos no somos agresivos, somos respetuosos, por ello, debemos ser respetados; para ello, nuestros gobiernos deben protegernos, así como nuestros intereses, familia, hijos, propiedades y lo que nos pertenece, esa es la obligación de todo buen Gobierno, la protección de su gente, tanto en el ámbito interior como en el exterior.

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