La CIDH condena asesinato de periodista sonorense

WASHINGTON, ESTADOS UNIDOS (21/MAY/2012).- La Relatoría Especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) condenó hoy el asesinato del periodista mexicano Marcos Ávila García, cuyo cuerpo apareció el 18 de mayo en el norteño estado de Sonora.

''La Relatoría manifiesta su profunda preocupación por la repetición de gravísimos hechos de violencia contra la prensa en México, y solicita a las autoridades competentes una investigación diligente, oportuna y exhaustiva'', señaló la institución.

Subrayó que ''es urgente la implementación de una política de protección para las y los comunicadores y romper el ciclo de impunidad que invita a los criminales a cometer nuevos crímenes contra periodistas''.

La CIDH pidió específicamente que las autoridades mexicanas agoten adecuadamente la hipótesis según la cual la causa del crimen -cometido un día después de ser secuestrado- fue la actividad periodística.

De acuerdo con la información recibida por la institución, al menos tres hombres armados y con las caras cubiertas secuestraron al periodista el 17 de mayo, cuando se encontraba en un autolavado en Ciudad Obregón, estado de Sonora.

Las autoridades desplegaron un operativo policial para encontrarlo, pero el 18 de mayo el reportero apareció asesinado a un lado de una carretera, con signos de tortura y un presunto mensaje del crimen organizado, añadió.

Marcos Ávila cubría información policial en el diario El Regional de Sonora en Ciudad Obregón, y era reconocido por su seriedad y profesionalismo, apuntó la CIDH.

El organismo hizo notar que el asesinato de Ávila se suma al menos a otros cinco crímenes de trabajadores de medios de comunicación recientemente en México, que podrían estar relacionados con el ejercicio periodístico.

El pasado 28 de abril la periodista Regina Martínez fue hallada muerta en su casa en Veracruz y el 3 de mayo aparecieron, también en Veracruz, los fotógrafos Gabriel Huge, Guillermo Luna y Esteban Rodríguez, así como Irasema Becerra, empleada administrativa.

La Relatoría Especial dijo haber sido informada de las medidas tomadas por las autoridades mexicanas para investigar los crímenes contra periodistas.

La CIDH sostuvo que los ataques contra la prensa en México han obligado a numerosos medios de comunicación, como medida de seguridad, a renunciar a la publicación de noticias acerca del crimen organizado, ''privando así a toda la sociedad mexicana de información vital''.

''El Estado mexicano debe hacer de manera inmediata todo lo que esté a su alcance para frenar la ola de violencia contra los y las periodistas, combatir la impunidad e impedir el silenciamiento de los medios de comunicación'', puntualizó.