''Jova'' mantiene en alerta a cinco entidades

CIHUATLÁN/MANZANILLO (12/OCT/2011).-  Con Barra de Navidad como el primer punto en donde generó afectaciones, comenzó el arribo del huracán “Jova” a territorio jalisciense. El meteoro, que impactó en suelo con la categoría 2 de la escala Saffir-Simpson hacia las 19:00 horas, se desplazaba a una velocidad sostenida de tres kilómetros por hora.

Las lluvias que por todo el día azotaron al Sur de la Entidad comenzaron a intensificarse en la jornada vespertina, pero el oleaje cobró una mayor fuerza en dicho poblado, alcanzando una altura de hasta cinco metros, de acuerdo con apreciaciones del personal de Protección Civil presente en el área.

El meteoro atacó con fuerza a varios negocios que se ubican en el litoral, y que incluso violan el área límite que permite la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en cualquier zona próxima a un cuerpo de agua. Al menos tres de los establecimientos registraron daños en su estructura, pues ésta prácticamente sirvió como muro de contención a la fuerte oleada.

Una vez presente, “Jova” ahuyentó a todas las personas que horas antes circulaban por calles de Cihuatlán. Sólo los cuerpos de rescate (entre ellos la Policía Federal, el Ejército Mexicano y las brigadas de Protección Civil) se apreciaban patrullando en el sitio.

Además de Jalisco y Colima, Nayarit, Michoacán y Guerrero fueron declarados en alerta por intensas precipitaciones, con lo que sumaron unos 800 kilómetros de área costera potencialmente afectados.

“Jova” se desplazaba lento (siete kilómetros por hora) hacia la costa en un punto entre Colima y Jalisco, donde según los pronósticos impactaría durante la esta madrugada.

El Puerto de Manzanillo, uno de los de mayor actividad en el Pacífico y  receptor de embarcaciones mercantes, fue cerrado a la navegación.

ESTELA DEL FENÓMENO
Acciones

La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) desplegó mil 500 elementos en diversos municipios. Personal militar aplicó el Plan DN-III-E en su fase preventiva en Colima, Jalisco y Nayarit.

En el puerto de Lázaro Cárdenas la navegación para pequeñas embarcaciones fue prohibida.

Protección Civil emitió la alerta verde del municipio de Elota, Sinaloa, hasta los límites con el estado de Nayarit.

Prevención

La Secretaría de Gobernación (Segob) pidió a la población que restrinja sus actividades acuáticas turísticas, recreativas y comerciales en el mar y zona de playas de Jalisco, Colima y Michoacán.

Solicitó extremar precauciones al tránsito vehicular en carreteras y caminos rurales, vados y puentes.

Personal de Protección Civil de Michoacán evacuó a habitantes de la comunidad de Boca de Apiza, municipio de Coahuayana.

Pronóstico

La coordinación de Protección Civil pronosticó olas de entre cinco y seis metros en costas de Jalisco y Nayarit, mientras que para las costas de Guerrero, Michoacán, Colima y Sur de Sinaloa, de cuatro a cinco metros.

Podrían presentarse precipitaciones mayores a 150 milímetros y algunas podrían llegar casi a los 400 milímetros.

TESTIMONIO
Odio nace del meteoro

BARRA DE NAVIDAD, JALISCO.- “De la fregada”, así se siente —aunque con palabras más crudas— perder el patrimonio forjado con años de trabajo diario. El fuerte oleaje que golpea lo que él considera como su hogar y su negocio —aunque éste evidentemente rebase la permisividad federal de las cercanías al litoral mexicano— merma a cada golpe el semblante de quien gastó una fuerte suma para construir un muro improvisado, que contenga la furia de la naturaleza.

Martín Díaz observa cada embate que las olas hacen en el “blindaje” que ordenó colocar para salvaguardar su “terruño”, un restaurante de mariscos ubicado en el poblado de Barra de Navidad, en la Costa Alegre de Jalisco. Mira cada ataque natural que hace un viento acelerado, cortesía de un ya sumamente odiado “Jova”, y la mueca de su rostro difícilmente logra ocultar lo evidente: su preocupación por que la barricada que tanto dinero costó sea vencida.

“Ya está pronto a caerse”, menciona Jesús Magaña, el autor de tan ardua labor, y quien pese a la instrucción de Protección Civil permanece resguardando la obra. Su mueca no es la misma que el “patrón”. Finalmente, él ya cobró por su trabajo y regresará a su vivienda una vez transcurrida la jornada.

Se detiene un tiempo para “presumir” las artesanías que concretó en tiempo y forma. Señala, con no poca alegría, los muros que orgullosos se enfrentan al mar y que el tiempo le permitió concluir para alabarse a sí mismo. Todos los restaurantes y negocios de ahí, expone, son parte de su exposición de trofeos. Este último lo inició hace apenas tres meses.

Magaña atiende sin chistar al individuo que sostiene una grabadora. Divertido, invita al desconocido a reconocer una amplia grieta, que a cada visita de las olas suelta un fuerte golpe de aire con aroma a sal. “Esto es porque se está filtrando el agua, mira, ya no hay manera de evitarlo. Esperemos que lo deje moribundo (al muro) para que luego podamos repararlo”.

—¿Y cómo es que se puso a trabajar desde hace un trimestre?, cuestiona inquisitivo el individuo aquel con quien nunca cruzó pasos, y este revira: “Pues en el internet, mis hijos me avisaron, y yo ofrecí mis ‘servicios’. Así es como se hace esto”.

Entretanto, el desencajado gesto que expone quien pidió auxilio del “profesional” evade respuesta alguna. Sólo concluye en que, en efecto, el sentimiento de ver que 150 mil pesos de su capital están próximos a quedar sepultados en el agua, está más allá de la distancia a la “fregada” que el editor desvió del ojo inquisidor del lector de estas líneas...