Inicia en México polémico debate energético para impulsar industria petrolera

MÉXICO.- El debate sobre la reforma energética que busca impulsar la producción petrolera en México, arrancó hoy formalmente en el Senado con discrepancias entre los que defienden los planes del Gobierno y los que los tildan de privatizadores.

El foro, denominado "Los principios que deben regir la reforma energética en México" tendrá una duración de 71 días, del 13 de mayo al 22 de julio.

Contará con la participación de legisladores, expertos, académicos y miembros de la sociedad civil que buscarán mecanismos para dar mayor viabilidad a la industria petrolera, nacionalizada en 1938.

Los dirigentes de las principales fuerzas políticas del país fueron hoy los encargados de abrir fuego en esta discusión, por espacio de 30 minutos cada uno.

El líder del partido oficialista, el conservador Acción Nacional (PAN), Germán Martínez, criticó a quienes aseguran que la propuesta de iniciativa energética del presidente de México, Felipe Calderón, busca entregar el manejo del sector a multinacionales.

"Miente quien afirma que el presidente o el PAN queremos convertir a Pemex en una empresa privada; miente quién afirma que queremos vender Pemex al capital extranjero", sostuvo Martínez delante de cerca de 250 personas.

En respuesta, la oposición, representada por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), coincidió en que la iniciativa de Calderón "viola la constitución", que establece el monopolio de la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex) sobre el sector.

"El diagnóstico (gubernamental) sobre Pemex presenta una visión falaz y pretendidamente catastrófica y no plantea un cambio a las políticas vigentes, salvo en que determinadas actividades requieren de la inversión privada", consideró el fundador del PRD Cuauhtémoc Cárdenas, el líder moral de esta agrupación.

Además, Cárdenas propuso que para garantizar la viabilidad de la empresa estatal, su expansión y modernización se articulen criterios técnicos, económicos y estratégicos.

Por su parte, la presidenta del PRI, Beatriz Paredes, sostuvo que su partido "luchará" por liberar a Pemex de su actual crisis sin arriesgar la soberanía del país.

"Ni privatización abierta ni disimulada de la industria petrolera nacional, el petróleo le pertenece y le seguirá perteneciendo a la nación y al pueblo de México", argumentó.

Uno de los retos, dijo, será lograr que Pemex garantice en los siguientes años la seguridad energética y apoye la competitividad de la economía mediante el abasto oportuno, suficiente y de calidad de los combustibles requeridos.

Para ello, antes de discutir si es factible o no la entrada de capital privado, hay que revisar el volumen de reservas existentes y las potenciales.

Diputados y senadores de la izquierda, agrupada en el Frente Amplio Progresista (FAP), que lidera el PRD, ocuparon por la fuerza las tribunas de las dos cámaras el pasado 10 de abril, dos días después de que Calderón enviara al Congreso su propuesta de reforma.

Entre otras cosas, el plan del Ejecutivo le otorgaba mayor libertad de gestión y para firmar acuerdos comerciales a la paraestatal Petróleos Mexicanos (Pemex), considerada un símbolo del patriotismo nacional.

El proyecto tenía como ejes ampliar la autonomía financiera de Pemex, crear una nuevo régimen de contratos y adquisiciones, y facilitar la contratación de empresas especializadas en áreas como la refinación, el transporte y el almacenamiento de hidrocarburos.

La iniciativa contemplaba además, un esquema de "bonos ciudadanos" para el pago de deuda de la empresa estatal.

Tras dieciséis días de tira y afloja entre el oficialismo y la oposición de izquierda, los parlamentarios huelguistas levantaron su medida reivindicativa con la condición de ampliar la discusión del asunto por más tiempo y a otros sectores de la sociedad.

El foro iniciado hoy contempla discutir 19 temas en sesiones a celebrarse los martes y jueves en el Senado mexicano, con la intervención de ocho expositores por día.

Para seguir el debate fueron instaladas hoy pantallas gigantes en el Monumento a la Revolución de la capital mexicana, lugar habitual de concentración de manifestantes de la izquierda.