Domingo, 24 de Noviembre 2024
México | Hay temor entre ministros

Iglesias no escapan a extorsiones del crimen

Los religiosos de una decena de entidades reciben constantes amenazas de la delincuencia organizada y se ven obligados a pagar cuota

Por: SUN

El secretario general de la CEM, Víctor René Rodríguez, revela que sacerdotes de regiones del país son extorsionados. EL UNIVERSAL  /

El secretario general de la CEM, Víctor René Rodríguez, revela que sacerdotes de regiones del país son extorsionados. EL UNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (16/AGO/2010).- En Ciudad Juárez más de 100 ministros de la iglesia evangélica huyeron este año para no ser asesinados tras oponerse a pagar cuotas, y un sacerdote católico tuvo que emprender la retirada después de que su templo fue incendiado por el crimen organizado.

En Michoacán, las fiestas populares para festejar a los santos patronos fueron interrumpidas porque narcotraficantes locales exigen dinero para autorizarlas, mientras que en Tamaulipas las misas de noche se han suprimido ante posibles ataques contra fieles y curas.

La vida de los religiosos está igualmente amenazada en varias zonas de Jalisco, Nayarit, Durango, Coahuila, Nuevo León, Morelos, Chiapas y Estado de México, de acuerdo con testimonios brindados por algunos de sus representantes.

Ninguno de ellos, sin embargo, ha solicitado formalmente intervenciones policiacas. Van, en este sendero con la buena de Dios.

“La mayoría de los obispos han sido muy claros en esto: no se trata de pedir protección para los sacerdotes, sino buscar la seguridad para el pueblo en general”, dice Víctor René Rodríguez Gómez, secretario general de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).

Los embates de grupos criminales contra sacerdotes y ministros ocurren a mitad de la campaña anticrimen orquestada por el Presidente Felipe Calderón. Son, dice Arturo Farela, presidente de la Cofraternidad Nacional de Iglesias Cristianas y Evangélicas (Cofraternice), el nuevo peldaño escalado por la delincuencia.

“Creo que el Presidente de la República no está informado de lo que está sucediendo realmente. Nos congratulamos con estas reuniones que él está convocando con distintos organismos de la sociedad, pero creo que esto debió hacerlo antes de empezar esta guerra”.

Con 25 millones de fieles y 50 mil ministros de culto, la Iglesia Evangélica sufre la peor parte de los ataques. De acuerdo con Farela, muchos pastores han decidido pagar cuota después de que algunos de ellos, o sus hijos, fueron asesinados tras negarse al soborno.

En Chihuahua y Ciudad Juárez, donde manejan centros de rehabilitación, grupos armados han irrumpido también para consumar masacres de hasta 18 personas. “La situación es muy preocupante, pero la gran mayoría de los pastores evangélicos hemos decidido no huir”.

Dictadura del terror

La última semana de julio, Farela tomó un vuelo con rumbo a Ciudad Juárez. Sabía, dijo, que la situación en la frontera era grave, pero se quedó corto en sus informes. “Tenía datos, antes de ir, de que unos 10 pastores estaban siendo extorsionados y cuando llego allá me dicen: no, pastor, son más de 10 los que han tenido que moverse tras ser amenazados”.

Farela sostuvo encuentros masivos con ministros de su iglesia durante su breve estancia por la ciudad. En uno de ellos, con 400 pastores, fue enterado a detalle de la forma en que están siendo victimizados. “Hay ministros que están pagando cuota.

Hay ministros que han sido amenazados más de una vez. Hay uno que me dijo que le pidieron 10 mil pesos mensuales, luego de contar las sillas que había en el ministerio, que es de 500 personas”.

El miedo entre los pastores aumentó desde abril, cuando el hijo de uno de ellos, Eduardo García, dirigente de la iglesia Centro Cristiano de Fe, fue acribillado por no negarse al soborno.
Situaciones similares se viven en Tamaulipas, Nuevo León y Michoacán, dice Farela, lo cual atribuye a la impunidad.

El vicario de la Diócesis de Nuevo Laredo, Alberto Monjarás, describe un escenario terrible, en el que la autoridad está diluida y el crimen enardecido: “Vivimos en la incertidumbre, con temor, sin ningún apoyo, sin ningún ambiente de Gobierno que garantice la paz de todos los ciudadanos.

Estamos en manos de sicarios”, dice. Algunos sacerdotes de la zona han cancelado misas después de las seis de la tarde, tras recibir amenazas de masacres en los templos. En medio de ello, hay quienes aprovechan para tratar de sacarles dinero, vendiéndoles protección.

“Al armar ambientes de pánico, la ciudad luce vacía. No hay transporte, se cierran los caminos y nadie sabe decir lo que pasa. Las misas en algunas iglesias se han suspendido porque ‘nadie debe andar fuera’, dicen las amenazas que llegan por internet. Pero la respuesta de la autoridad es que todo está bien”, cuenta el sacerdote.

Lo más grave, sin embargo, ocurre en la diócesis vecina de Matamoros. “Allá —dice Monjarás—, la extorsión a los párrocos es mucho más directa, y por instrucciones del obispo se han suspendido también las misas de noche. En Miguel Alemán y La Ribereña, la situación es tan difícil que se han dejado de celebrar misas debido a las amenazas de los grupos del crimen organizado”.

FICHA TÉCNICA
Amenazas
 

Más de 100 ministros evangélicos huyeron de Ciudad Juárez para no ser asesinados.

En Matamoros se suspendieron las misas de noche para preservar la seguridad de sacerdotes. En Miguel Alemán y La Ribereña dejaron de celebrar eucaristías, debido al temor de ataques del crimen organizado.

Las amenazas y extorsiones se multiplican en varias regiones de Chihuahua, Michoacán, Jalisco, Nayarit, Durango, Coahuila, Nuevo León, Morelos, Chiapas y estado de México, de acuerdo con representantes de iglesias.

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