Sábado, 30 de Noviembre 2024
México | CLAVE POR LUIS SALOMÓN

Hora de actuar en Estados Unidos

La visita de Estado del Presidente Calderón a los Estados Unidos tuvo hitos valiosos que deben ser seguidos de una política exterior más asertiva

Por: EL INFORMADOR

La visita de Estado del Presidente Calderón a los Estados Unidos tuvo hitos valiosos que deben ser seguidos de una política exterior más asertiva. Parece que por fin nos dimos cuenta de que el peso de nuestro país en la agenda del poder estadounidense es marginal. Por eso debemos luchar por crecer nuestra fuerza de representación e influencia allá. Esa ha sido la visión de nuestro embajador en Washington quien se ha empeñado en que juguemos más agresivamente.

Fue seguramente él el que recomendó que el Presidente tocara los temas vinculados con la ley de armas y la posición contra la ley aprobada en Arizona. En ese sentido Calderón hizo lo mismo que había hecho Carlos Salinas hace décadas: hablar claro y de frente respecto a los temas que implican asuntos del interior de la política de los norteamericanos.

A Salinas lo criticaron los demócratas cuando propuso la firma del tratado de libre comercio, a Calderón lo critican los republicanos por inmiscuirse en asuntos internos. Salinas pactó con los republicanos, concretamente con George Bush padre, y luego de un enorme costo, trabajando dentro de los Estados Unidos donde se propició la conformación de asociaciones en favor del Nafta, consiguió la aprobación del tratado con un presidente demócrata.  

Aquella fue una lección de cabildeo a favor de una propuesta mexicana en Washington. Ahora Calderón ha pactado con Obama una estrategia para avanzar el una reforma migratoria y brindar certidumbre y seguridad en las fronteras atacando los problemas de inseguridad frontalmente. Los discursos durante la visita pusieron de manifiesto un amplio esquema de colaboración en temas de seguridad, que no tiene precedente. Se echó de menos una visión geopolítica más amplia, como la que se planteó con el Nafta. Sin embargo el espíritu de socios del que se habló, deja ver que los ojos de México, están coincidiendo cada vez más con sus intereses: en el Norte.

La integración económica, la colaboración en seguridad y la conexión energética nos acercarán mucho más a los temas de la política interior de los vecinos. Es hora de que nuestra diplomacia haga lo mismo que en 1992-1993: cabildeo profesional intenso; el activismo de México dentro de los Estados Unidos será una factor vital en las próximas generaciones.

Cabildear para que se reforme la ley de armas y prospere la derogación de la “ley Arizona”, son ejemplos por los que se debe empezar. Son temas que generan cohesión en México e impactan la imagen de México en el exterior. Es hora de una diplomacia más asertiva que deje de lado los tradicionales complejos ideológicos. No es un asunto novedoso ni revolucionario, estos esfuerzos de cabildeo los han hecho durante décadas naciones como Inglaterra, Francia, Alemania y hasta Rusia.  

Estas naciones y muchas otras se dieron cuenta de la importancia que tienen las decisiones que se toman en el Capitolio para sus pueblos. Si somos vecinos resulta aun más lógico que contemos con esfuerzos políticos, diplomáticos y sociales de mayor envergadura. Esperemos que lo que vimos sea un paso consistente y no solamente una golondrina aislada.

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