Hermano de Beltrán Leyva, listo para iniciar la sucesión

CIUDAD DE MÉXICO.- El cártel de los hermanos Beltrán Leyva  no quedará sin cabeza tras la muerte de Marcos Arturo, “El Barbas”, pues su hermano Mario Alberto, alias “El General” o “Carlos”, está en libertad y tentativamente se perfila como el sucesor de su hermano al frente de la organización criminal.

Así lo afirmó una fuente oficial a la revista electrónica Reporte Índigo, quien comentó que Edgar Valdés Villareal, alias “La Barbie” y principal sicario de los Beltrán Leyva, está reagrupando a las fuerzas de la organización.

“También siguen operando los dos principales aliados de los Beltrán Leyva: Vicente Carrillo Fuentes, el líder del cártel de Juárez, y Heriberto Lazcano Lazcano, alias ‘El Lazca’ o ‘El Z-14’, del cártel del Golfo”, dijo el informante que no fue citado a la reportera Anabel Hernández.

Históricamente las detenciones de los grandes narcotraficantes no han significado el desmembramiento de los cárteles, aunque sí un duro golpe para sus organizaciones.

Las capturas de Miguel Ángel Félix Gallardo; Ernesto Fonseca Carrillo “Don Neto”; Osiel Cárdenas;  Joaquín “El Chapo” Guzmán —quien después se escaparía de Puente Grande—,  Héctor “El Güero” Palma y de Javier (“El Tigrillo”) y Eduardo (“El Doctor”) Arellano Félix, fueron bajas importantes, pero no letales, prueba de ello es que los cárteles que encabezaron continúan con el trasiego de drogas.

Los hermanos Beltrán Leyva, también conocidos como “Los Tres Caballeros”, son originarios de La Palma, una localidad ubicada en el municipio serrano de Badiraguato, famoso por ser la cuna de grandes capos como “Don Neto” o Caro Quintero.

De acuerdo con Reporte Índigo, durante años también fueron el brazo operativo y financiero del cártel de Juárez, comandado por los hermanos Carrillo Fuentes.

“En esa organización fueron escalando posiciones por su eficiencia para lavar dinero y su capacidad para generar alianzas familiares con diferentes miembros de la organización”.

También son primos lejanos de “El Chapo” Guzmán, con quien ahora están peleados a muerte.
La relación entre los Beltrán Leyva y el cártel de Sinaloa encabezado por Guzmán Loera reventó cuando detuvieron a Héctor, “El Mochomo”, en enero del año pasado.

Aparentemente gente de “El Chapo” avisó a las autoridades para que realizaran la detención, lo que ocasionó el rompimiento entre ambas organizaciones.

Pero antes de la fractura fueron grandes amigos, incluso Arturo —muerto el pasado 17 de diciembre en Cuernavaca— era quien le enviaba dinero a “El Chapo” cuando éste se encontraba preso en Puente Grande.
Los Beltrán Leyva comenzaron a ganar posiciones en el cártel de Sinaloa a grado tal que comenzaron a introducir droga a Estados Unidos en grandes cantidades, lo que llamó la atención de las autoridades antinarcóticos de Estados Unidos. Lo hacían a gran escala, con unos aviones  conocidos como “velocity” que no podían ser detectados con radares.

Después de su fuga, “El Chapo” Guzmán se dio cuenta se dio cuenta de que los hermanos Beltrán Leyva había escalado en la organización y a raíz de eso, en 2005, propuso una “narcocumbre” en la que se creó la llamada Federación, que básicamente consistió en repartirse el territorio para traficar drogas a placer.

Sepultan a ‘‘El Barbas’’ en Sinaloa

En un pequeño mausoleo, ubicado en el cementerio de Jardines del Humaya, con un diseño arquitectónico de dos cúpulas y reducidos ventanales, el fino féretro metálico, con el cuerpo de Arturo Beltrán Leyva, El Barbas, fue depositado.

Una reducida caravana de autos y cinco unidades con elementos del Ejército escoltaron el cortejo fúnebre, desde su salida de la funeraria Moreh, donde fueron velados sus restos, hasta el camposanto, en la salida sur de la ciudad capital.

El cadáver de El Barbas, de José Antonio Chávez Navarrete y Juan Antonio López Chaparro fueron velados, en salas contiguas, en la casa de inhumaciones, en el número 57 de la avenida Emiliano Zapata.

Desde la madrugada, enormes arreglos florares, de rosas rojas, formando figuras de manos —cuyo costo oscilaban desde 15 mil a los 50 mil pesos— adornaron no sólo el interior de la funeraria, sino el exterior porque dos fueron colocadas en la entrada principal.

Más de 25 militares fueron desplegados, con unidades artilladas, al igual que en calles aledañas, donde todos los ocupantes de vehículos eran sometidos a estricta revisión.

Familiares del Beltrán Leyva que guardaron su identidad, expusieron que los oficiales al mando de los grupos militares les explicaron que la vigilancia era por su seguridad y del resto de la población.

Personal de la Moreh, aseguró que la familia de Arturo Beltrán Leyva fue sepultado en un féretro metálico, gris mate, con un cristo en su interior y algunos diseños bañados en oro.

Asistieron al velorio y sepelio, familiares, parientes y amigos, en su inmensa mayoría mujeres de diversas edades.

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