Sábado, 23 de Noviembre 2024
México | Destaca la autonomía durante su gestión

Guillermo Ortiz, un pilar del sistema financiero

El ex gobernador del Banco de México fue un férreo defensor del control de la inflación y se ganó el respeto internacional

Por: SUN

CIUDAD DE MÉXICO.- Guillermo Ortiz Martínez recibió la gubernatura del Banco de México en 1998, con una inflación anual superior a 15% y la dejará el último día de diciembre en un nivel inferior a cuatro por ciento.

El banquero central se convirtió en un pilar del sistema financiero mexicano, pero con un amplio reconocimiento en el extranjero. Desde principios de su gestión, Ortiz Martínez fue un férreo defensor del control de la inflación y de la autonomía del banco central.

Un momento definitorio en la autonomía que ha logrado el banco central fue cuando el PAN en la Cámara de Diputados “quería la cabeza del gobernador” por ser creador del Fobaproa, cuando fungía como secretario de Hacienda, en la administración de Ernesto Zedillo.

También tuvo ríspidos enfrentamientos con el sector bancario, al cual frecuentemente criticó por las excesivas comisiones que cobran en México. Inclusive, fue pública su opinión sobre que la banca debería quedar en manos de los mexicanos.

En su gestión hubo una transformación en el sistema de pagos, en donde el último paso fue el Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios (SPEI), el cual ha reducido las comisiones finales.

Ligas mayores

En las grandes ligas, Ortiz Martínez es toda una celebridad. El presidente de la Reserva Federal de Dallas, Richard Fisher dijo sobre él: “En los círculos de política monetaria, Guillermo Ortiz es considerado una estrella de rock”.

El banquero central mantuvo una relación perfecta con el gurú que llevó los destinos de la Reserva Federal de Estados Unidos, Alan Greenspan. “Fue una relación buena”, reconoció hace tiempo Ortiz Martínez.

Pero el afecto y respeto a Ortiz Martínez se registró, incluso, entre la prensa especializada que seguía frecuentemente los eventos que encabezaba.

Es la mañana del miércoles 16 de diciembre, una quincena antes de dejar el cargo. Un desayuno de despido marca el adiós. Al final los reporteros lo rodean, le desean lo mejor, le piden tomarse la foto del recuerdo. Un emotivo encuentro que pocas veces se presenta con algún funcionario del Gobierno, los cuales prefieren evitar a la prensa.

Enfrentamientos

El nuevo gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, criticó las acciones de la Junta de Gobierno encabezada por Ortiz Martínez, porque aseguraba que en algunas decisiones de política monetaria se actuó con un celo excesivo.

En 2009, Ortiz Martínez tuvo enfrentamientos con el Presidente Felipe Calderón y el secretario de Hacienda, Agustín Carstens, por el movimiento que deberían de seguir las tasas de interés.

Jonathan Heath, presidente del comité de estudios económicos del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF), considera que Guillermo Ortiz Martínez no actuó con exceso de celo en sus acciones de política monetaria.

“Aplaudo la labor de 12 años de Ortiz Martínez y los tres años de Miguel Mancera Aguayo, por la consolidación de la autonomía. Todas las decisiones de Banxico han sido atinadas”.
José Luis de la Cruz, académico del Tecnológico de Monterrey, enfatizó que bajo la gestión de Ortiz Martínez se lograron tres grandes objetivos. “Primeramente se consolidó el control de la inflación, la cual se mantuvo en un solo dígito”.

El analista añadió que aún con el tipo de cambio flexible, el banco central mantuvo un control del tipo de cambio y estabilidad financiera con el movimiento de las tasas de interés. “Hubo una estabilidad en la paridad cambiaria”.

De la Cruz dijo que también se logró certidumbre en la política monetaria para darle seguridad a los inversionistas.

Largo camino

A principios del año 2000, la meta del banco central era no excederse de 10%, resultado que estuvo mejor de lo esperado ya que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) se ubicó en 8.96 por ciento.

Un año más tarde, la inflación en el país ya había descendido a 4.40%, pero alcanzó su mejor desempeño en el 2005, cuando disminuyó a 3.3 por ciento.

El camino hacia una inflación baja se construyó con una política monetaria de corte preventivo, la desaceleración de la demanda agregada, la fortaleza del tipo de cambio y una evolución propicia de los precios de los bienes agropecuarios y de los bienes y servicios administrados y concertados por el sector público.

Inclusive, en el presente año cerrará abajo de 4%, pero comenzará una escalada hacia arriba a partir de 2010.
Un instrumento que ayudó en sus objetivos al banco central fue la utilización del “corto”, con lo cual se restringía el crédito en el sistema financiero; posteriormente el Banco de México adoptó el sistema de tasas de interés.

Otro aspecto de relevancia en la era Ortiz Martínez al frente del Banco de México fue cuando en 2008 se registró el dato histórico de reservas internacionales, las cuales cerraron en un rango de 85 mil 441 millones de dólares, el segundo más alto en la historia del país.
Los elevados precios del petróleo en el mercado internacional se convirtieron en el principal factor para que aumentaran los activos del banco central.

Una situación que también se dio en el periodo de Ortiz Martínez fue la intervención estratégica que hizo junto con la Secretaría de Hacienda para poner un alto a la especulación contra el peso, con la venta sorpresiva de millones de dólares directamente a los bancos.

Alfredo Coutiño, economista senior de Moody’s Economic.com, aseguró que esas medidas pretendieron eliminar el factor de la especulación. “Al no revelar el monto en forma directa trajo el trasfondo de no informar al mercado especulativo las intervenciones para no generar expectativas de una mayor depreciación del tipo de cambio”.
El camino que trazó el Banco de México logró que hubiera estabilidad en los precios de los productos básicos, principal beneficio para las familias mexicanas.

Los desafíos


Entre los pendientes que se encuentran en el banco central están el proyecto de hacer públicas las minutas de la Junta de Gobierno del banco central.

Otro pendiente que debe cumplirse hacia adelante por el banco central es hacer lo posible para contar con un sistema financiero más eficiente, donde haya una mayor penetración entre la gente y sea partícipe del crecimiento económico.

Carstens enfatizó, recientemente, que si bien no hubo problemas en el sistema de pagos y en las instituciones financieras a raíz de la crisis, el Banco de México y las autoridades financieras del Gobierno federal deben continuar con un proceso de revisión del marco regulatorio y de supervisión para incorporar las lecciones recientes de la crisis.

Otro aspecto en el futuro del banco central es el cumplimiento con el objetivo de inflación de 3% anual.

El Banco de México ha tenido un camino largo en la era de Guillermo Ortiz, con dos administraciones de las cuales nunca actuó en sumisión. Ahora, la nueva gestión de Agustín Carstens deberá demostrar la autonomía plena del banco central respecto con el Gobierno de Felipe Calderón y el presidente que le suceda.

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