México | Por Jorge Zepeda Patterson Guerrero, Egipto y el poder de Twitter Hace tiempo que la democracia electoral mexicana está secuestrada por la burocracia de los partidos, por los gobernadores Por: EL INFORMADOR 31 de enero de 2011 - 03:15 hs Pobres guerrerenses que les tocó elegir a su nuevo gobernador entre dos sopas amargas: dos priistas de reputación cuestionada y pasado negro, uno de los cuales compite con casaca perredista. Ciertamente el voto va a definir quién será el gobernante, pero eso no hizo democráticas las elecciones. ¿Cómo pueden ser democráticos unos comicios en los que el ciudadano careció de alternativas? Un menú reducido a enfrijoladas o tacos de frijol, con altas probabilidades de que el frijol esté podrido, usted escoja. Hace tiempo que la democracia electoral mexicana está secuestrada por la burocracia de los partidos, por los gobernadores. La ventana que podría haberse abierto en 2000 con la derrota del PRI rápidamente fue obturada por las élites políticas, si es que alguna vez estuvo abierta. La gran tragedia política de México es que el momento culminante de nuestra “primavera electoral”, el momento de la ruptura histórica… escogimos a Fox. No a Nelson Mandela, no al checo Václav Havel, ni siquiera a un Adolfo Suárez, todos ellos artífices de la transición. No, nuestro paladín de la democracia fue Fox. Y la primavera se convirtió en invierno. Lo que acaba de suceder en Túnez y se está desarrollando en Egipto nos muestra que la democracia (el poder del pueblo) muchas veces está en lugares muy distintos a las urnas. El presidente tunecino Ben Alí tenía gobernando 24 años y solía obtener más de 90% de los votos en las elecciones que periódicamente realizaba. Eso hasta hace algunas semanas cuando miles de personas decidieron expresarse en las calles y no en su sistema electoral. El contagio se ha extendido a Egipto, en donde un decrépito Hosni Mubarak de 82 años, 30 de ellos en el poder, ha ganado sistemática y abrumadoramente elecciones “limpias”. Pero mientras usted lee estas líneas miles de egipcios siguen tomando los espacios públicos y recuperando el poder perdido. Especialistas de la región han señalado que dos factores fueron clave en estas irrupciones ciudadanas contra sus élites políticas: la agencia de noticias Al Yazira que suministra información no censurada, y las redes sociales, en especial Twitter, que permite a los ciudadanos absorber, procesar y difundir éstas y otras informaciones. En Túnez 16% de la población tiene Facebook y 40% acceso a internet. En los días previos el tráfico de las redes hervía con mensajes entre millones dando cuenta de su hartazgo y de la necesidad de hacer algo. En Egipto fue en esas redes sociales donde se convocó para el 25 de enero al “día de la ira”, inicio de la irrupción. En las últimas horas manifestaciones de menor envergadura, pero inusitadas, han tenido lugar en Jordania, Siria y Arabia Saudita, por la misma vía. Todo indica que algo está pasando con las nuevas tecnologías y su impacto en los proceso políticos. Un nuevo ingrediente en la vieja ecuación de “condiciones necesarias y suficientes”. La gente tiene cosas que decir y nunca antes había tenido herramientas tan accesibles para hacerlo. Y la posibilidad de expresarse y escucharse unos a otros es, como siempre ha sido, el primer paso para una acción ciudadana. Sólo que nunca antes lo habíamos tenido tan fácil. La mejor muestra de la fuerza de estas redes sociales son las dos primeras medidas que Mubarak tomó para afrontar la insurrección ciudadana: sacar al Ejército a las calles y ordenar el bloqueo de Twitter en Egipto. No es casual que el Gobierno chino haya decidido censurar en Twitter la palabra Egipto (Egypt en inglés), para evitar que sus internautas opinen y se enteren sobre lo que está sucediendo en el mundo árabe. "Conforme a las leyes, normativa y políticas pertinentes, no se mostrará el resultado de la búsqueda", es el mensaje que sale como resultado al realizar una búsqueda con el nombre del país en el Twitter chino, que cuenta con más de 50 millones de usuarios, informa el diario “La Vanguardia”. Con todo lo anterior no estoy abogando por suprimir las urnas y favorecer las protestas masivas y espontáneas como ruta para el cambio político. “El poder del pueblo y para el pueblo, sólo puede operar a través de instituciones democráticas sólidas y eficientes, y no mediante el gritoneo en la plaza pública, en la que “a mar revuelto” ganan pescadores demagogos y poco escrupulosos. Lo que sí quiero argumentar es el derecho que tenemos los ciudadanos de irrumpir en la escena pública y rescatar las instituciones que nos han sido secuestradas. Un sistema electoral que no ofrece opciones, que sólo sirve para legitimar (como en Túnez o Egipto) a las camarillas en el poder, es obsoleto y debe ser removido. La elección en Guerrero es justamente eso y tendría que ser un llamado de atención (el enésimo). Es conveniente que comencemos a ver el tono y el contenido del tráfico en las redes sociales en el país. Los que participan en ellas no son la mayoría ni representan a todo el pueblo, pero nunca antes tantos mexicanos habían intercambiado tanta información y pareceres sobre su realidad o sobre el estado del país. La conversación sustantiva ha comenzado a desplazarse de los medios tradicionales a las redes sociales; de los salones alfombrados a los foros cibernéticos. De allí a las calles, sólo hay un paso. Temas Jorge Zepeda Patterson Lee También Estos son los 5 libros que debes leer al menos una vez en la vida, según Borges Jorge Drexler Concierto Sinfónico del Despecho en H Live Club Jorge Álvarez Máynez oficializa su candidatura para liderar Movimiento Ciudadano Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones