Guadalajara hecha nudo

Todos sabemos, sentimos y vivimos en un ambiente urbano en la región metropolitana que es un verdadero desastre, nunca se le ha hecho caso con visión y responsabilidad, todo lo contrario, los gobernantes se han dedicado a la lucha política, a buscar su propio beneficio en su futuro. Se han destacado con ceguera mental a bloquear proyectos que inició otro partido, pero aún cuando el PRI gobernó por décadas, también bloqueaban proyectos anteriores porque no era su ideal y la comunidad estuvimos con una abulia e indiferencia culpable.

Estamos inmersos en un caos ambiental urbano, vial y por consecuencia humano, sin un plan estratégico a mediano o largo plazo, que despierte la esperanza de que la “Gran Guadalajara” vuelva a ser esa ciudad humana, amable, modelo de ciudad, como fue, hasta que en los 70 empezó a caer.

Ahora se dedican a “tapar agujeros”, ponen nodos viales, puentes o pasos a desnivel donde se les ocurre de repente, pero no tienen idea cómo están armonizados entre sí ni cómo van a funcionar en 20 años; cómo encajan en la red vial, porque no hay red vial ni proyecto que nos de tranquilidad, hace años que estamos rogando y exigiendo un proyecto ejecutivo de estructura de una red vial que garantice una movilidad urbana eficiente, tenemos varias generaciones de retraso sin un horizonte positivo. Y más ahora que los municipios de la región metropolitana no les interesa coordinarse, ni en crecimiento, ni en servicios ni en transporte, quieren planes urbanos cada uno; ¡queriendo realizar sus ideas particulares!
Ya basta, sean sensatos: tiene que haber una coordinación y un criterio único de desarrollo metropolitano, no sólo municipal en “pedacitos”. Debe firmarse de inmediato un convenio para tener el Instituto Metropolitano de Planificación, que dictaría la política estratégica y adecuada de desarrollo y los municipios la ejecutarían, no perderían su autonomía, sólo aceptarían realizar las acciones adecuadas para la región metropolitana.

A lo mejor estoy soñando otra vez, pues los jóvenes e inexpertos alcaldes demostraron que cada uno jala para su lado, no se pusieron de acuerdo ni en el modelo de transporte colectivo; Vielma quiere uno, Aristóteles otro, con Miguel Castro no hay problema, ni con Enrique Alfaro, ni Mateos, pero bloquearon el Macrobús que con pequeños ajustes se podría seguir, pero como es de otro partido, no lo aceptaron.

La metrópoli está creciendo a parches e irresponsablemente, no debe extenderse más. Se debe redensificar y ejecutar un plan estratégico de desarrollo. Es urgente revivir el centro de la ciudad, aprovechar los servicios e infraestructura, peatonalizar la ciudad, reestructurar los barrios con sus elementos de identidad urbana y lo que es vital, completar la proporción de áreas verdes que debe tener la metrópoli. Según la ONU, una ciudad humana debe tener mínimo 12 m2 de área verde/hab., Guadalajara tenemos 4.5 m2/hab. ¡una vergüenza!

Con visión y decisión es muy fácil estructurar un universo verde suficiente, ya lo hemos propuesto, desarrollar una red verde aprovechando la Primavera, la Barranca de Oblatos, la Presa del Ahogado, unidos por una eficiente y salvadora “traza verde urbana”, humanizando verdaderamente nuestra metrópoli. Ahora que está por iniciarse el macrolibramiento se debe preservar cuando menos 500 metros de arbolado y áreas verdes que abracen el libramiento creando un parque lineal, elemento muy importante en la estructura verde ideal. ¿Será un sueño?

Pronto hablaremos de una idea sensata y positiva del Centro de Estudios Estratégicos de la UdeG sobre transporte colectivo.