Gil, ¿el nuevo Liébano?

Apenas seis meses después de nombrarlo secretario de Gobernación, el Presidente Felipe Calderón defenestró a Francisco Blake Mora y le quitó, en los hechos, la operación política de su gobierno, las relaciones con los otros Poderes de la Unión, con los gobernadores y con los actores políticos, atribuciones y responsabilidades que le transfirió a su flamante secretario particular, Roberto Gil Zuarth.

En los cambios anunciados el viernes, Calderón operó un relevo virtual en Gobernación, al otorgarle, en discurso con el que designó a Gil Zuarth, facultades políticas por encima de un secretario particular y presentarlo como nuevo operador político de su administración: “Las tareas del licenciado Roberto Gil al frente de la secretaría particular serán coordinar actividades de la agenda diaria, organizar sus giras al interior del país, y responsabilizarse, además, de la relación del titular del Ejecutivo federal con los otros Poderes de la Unión, con las soberanías estatales y desde luego con los ciudadanos”, anunció el Presidente.

Así, en la práctica y por decisión presidencial, Gil Zuarth tomará las funciones encomendadas al secretario de Gobernación, y éste queda como un funcionario relegado. El Presidente parece aplicar el artículo 27 de la Ley Orgánica de la Administración Pública, que en su inciso 14 señala entre las atribuciones de la Secretaría de Gobernación y su titular: “Conducir, siempre que no esté conferida esta facultad a otra Secretaría, las relaciones del Poder Ejecutivo con los demás Poderes de la Unión, con los órganos constitucionales autónomos, con los gobiernos de las entidades federativas y de los municipios y con las demás autoridades federales y locales, así como rendir las informaciones oficiales del Ejecutivo federal”.

¿Qué cambió en seis meses para que ahora Blake sea despojado de una de sus funciones básicas? Que el Presidente decide trasladar la relación y operación política de su gobierno directamente a Los Pinos y lo hace con un hombre de toda su confianza y cercanía, el joven Gil Zuarth, a quien en los hechos pretende convertir en un todopoderoso secretario particular.

Y para que no haya dudas del peso político que tendrá el nuevo secretario particular de Los Pinos, el mismo Roberto Gil dijo al recibir el nombramiento: “Ésa es la principal responsabilidad que hoy se me encomienda: hacer política con altura de miras, limpieza, de intención y claridad de propósito”.

Hay nuevo secretario de Gobernación en el país, y la negociación política sale de Bucareli para trasladarse a Los Pinos con un poderoso y joven particular en la antesala presidencial… Los dados mandan serpiente. Mal inicia la semana.