¿Ganar a como dé lugar?

Vaya usted a saber si el señor Gregorio Sánchez, ése al que han hecho super famoso en la prensa nacional por haber sido acusado de lavado de dinero y servir de “tapadera” de la delincuencia organizada en Cancún, Quintana Roo, y enviado a las llamadas Islas Marías, en Nayarit, sea un delincuente o no, pero el caso es que es candidato a la gubernatura de su Entidad, y que en la actual administración federal es la segunda ocasión que se presenta una situación similar en tiempos electorales.

Curiosamente, ambas en contra de militantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD). La primera de ellas fue precisamente en Michoacán, tierra de donde es originario el Presidente de la República, Felipe Calderón, y que independientemente de que parte de su territorio sea conocido como “tierra caliente”, la verdad de las cosas es que ahí la situación está más que caliente, pues con el surgimiento de la llamada “Familia”, el crimen organizado se ha apoderado de las calles y negocios de aquellos rumbos, sin más ley que la que disponen los delincuentes.

Por si ello fuera poco, durante las elecciones intermedias de la Entidad —el año próximo pasado— el Gobierno federal hizo una “leva” en Michoacán y “levantó” a una veintena de candidatos y presidentes municipales en funciones, todos ellos militantes activos del PRD, para que luego de meses de arraigos e investigaciones, los hayan tenido que dejar salir libres, claro está, después de los comicios.

Pues bien, ahora de nueva cuenta se presenta un hecho similar, pero en Cancún, Quintana Roo, y aunque para muchos cronistas y/o periodistas se trata de un hecho insólito, la verdad es que “pecan” de mala memoria, pues hace unos meses se presentó el incidente de Michoacán que sentó un precedente nacional.

Así, y con independencia del “amor temporal” que se han jurado los dirigentes de los partidos Acción Nacional y el de la Revolución Democrática, a través de las alianzas electorales suscritas en diversas entidades del país, la “guerra” continúa, el Presidente Calderón ya declaró que tiene “manitas limpias” y que el Gobierno federal debe actuar en contra de quienes infrinjan las leyes, sean del partido que sean, con lo cual estamos 100% de acuerdo, pero… ¿será una mera coincidencia qué sólo se esté actuando en contra de perredistas y en tiempos electorales?

El “sospechosismo” hace su aparición, y por más que las cosas se quieran arreglar de manera civilizada, los “trucos” aparecen de nueva cuenta.