Fraudes telefónicos: no te ganaste un carro. ¡Acéptalo!

¿Cuántos de ustedes han recibido una escalofriante e inolvidable llamada en donde la voz de un desconocido asegura tener secuestrado a un hijo, y nos exige depositar en la siguiente hora una importante cantidad de dinero? En todo México estas llamadas le han quitado dinero y sueño a muchos mexicanos.

Cómo olvidar al menos a 25 diputados federales del PAN que recibieron llamadas a sus teléfonos celulares, la mayoría estando ellos en sesión de la Cámara, en las que se les exigían fuertes cantidades de dinero a cambio de la libertad de un familiar presuntamente secuestrado, e intimidándolos al describir la ropa que traían puesta como prueba de que los estaban vigilando.

Me contaba un médico sonorense que eran tantas las llamadas telefónicas de extorsión que recibían los doctores de la Entidad, que simple y llanamente muchos no querían contestar su celular si en la pantalla aparecía la leyenda “teléfono desconocido”, o la llamada parecía provenir de un teléfono fuera de Sonora.  

Se estima que las personas que se dedican a esta actividad ilícita realizan un promedio de siete mil llamadas diarias, y la mayoría de estas llamadas  se comenten desde las cárceles del Centro del país.  

¿Cómo es posible que un reo continúe delinquiendo desde su encierro? Por falta de controles estrictos dentro de los penales, los internos tienen acceso a teléfonos móviles.

Una medida que debemos de exigir es la de que no salgan llamadas de las penitenciarías hacia el exterior, o que sea monitoreado el número, frecuencia y duración de estas llamadas para impedir el que se cometan estos ilícitos.

Pero esto es sólo una parte de la solución del problema, ya que estas llamadas continuarán por parte de delincuentes que no están en la cárcel. Con sólo tener acceso a un teléfono celular, una persona con la intención de delinquir puede pretender obtener dinero fácil a través de amenazas y de engaños.

Pero es mucho lo que podemos hacer los sonorenses para que estos delincuentes sin escrúpulos dejen de  generar angustia y temor a través del uso de lenguaje violento y amenazas.  

Lo primero es no dejar que nos tomen por sorpresa, por eso es importante conversar con todos los miembros de la familia sobre este tipo de llamadas. Como regla, cualquier llamada que reciba de un desconocido asegurando que se ganó un premio y que le pidan dinero o tiempo aire de su celular, debemos asumir que es un fraude y negarnos a proporcionar información personal.  

Los delincuentes siempre exigirán rapidez en el pago de dinero, no estarán de acuerdo en que se verifique nada y en muchas ocasiones utilizan grabaciones hechas con niños que suplican auxilio, y que ante la presión nos parecen familiares.

El tono de las llamadas siempre será amenazante, violento en muchas ocasiones y pretenderán confundirnos para que actuemos con miedo y no con la razón.

De presentársenos una situación de éstas, siempre debemos buscar mantener la calma, debemos escuchar con atención los argumentos del extorsionador, ya que en una primera instancia nos parecerán creíbles, ya que pueden utilizar datos reales, como los nombres de nuestros hijos, la escuela a la que asisten, el equipo deportivo que les gusta, ya que toda esta información la pueden conseguir de las redes sociales o de alguna llamada previa en la que nos pidieron esta información con algún pretexto que nos pareció valido, tal vez una supuesta encuesta.

El problema de extorsión es un problema de seguridad muy grave,  tenemos bandas de delincuentes cada vez más organizadas, es un problema muy complicado de resolver, y que se agrava porque las personas en muchas ocasiones no confían en las instituciones.  

Como cualquier otro problema de seguridad, lo más importante es prevenir, en primer lugar estar conscientes de esta problemática, para que no nos sorprendan. Si recibimos una llamada y nos preguntan con quién hablo, debemos responder con quién quiere hablar, no brindar información personal de ningún tipo a desconocidos.

Lo natural es que dudemos si nos informan de algún premio, primero verifiquemos el dato por otra vía, pidan un teléfono fijo al cual puedan ustedes hablar, recuerden de mantener la calma y el juicio, no se dejen manipular ya sea por el miedo o por la ilusión de la “buena” noticia.

Es importante que mantengamos siempre comunicación con nuestra familia, debemos saber dónde están, con quién, dónde los puedo contactar, ya que la falta de esta información nos puede hacer víctimas de estas extorsiones, y de un muy mal momento de angustia.