''Festejos navideños''

Tradicionalmente el día 16 de este mes daban comienzo las posadas, se festejaba el novenario de la Natividad y para ello se pedía posada, rememorando el camino de la Sagrada Familia en Belén, donde dice el Evangelio que no había lugar para ellos.

En esos festejos se dividía la concurrencia y unos cantaban versos pidiendo entrar y otro grupo remolonamente se negaba a dejarlos pasar, para luego ceder y dejarlos entrar y ya juntos, en ocasiones llevaban en andas unas imágenes de San José y de María y frecuentemente de un pollino, se rezaba el rosario y se procedía a romper las piñatas; que he leído son creación de los frailes franciscanos durante la conquista y que de algún modo representaban al diablo al que le daban de palos. Supongo que aunque menos frecuentemente seguirán celebrándose de este tipo de posadas y deben ser mantenidas, si a usted no le mueve el fenómeno religioso puede interesarle como fenómeno cultural; muy cercanas a las posadas son las pastorelas, que son representaciones más formales, puestas en escena que han trascendido los tiempos y cuya representación prácticamente ha quedado en manos de entidades de cultura estatales y algunas de las universidades.

Pero la temporada se presta a la pachanga, sólo que novenario es como muy poco y desde principios de diciembre empiezan a organizarse los reventones, unos por el grupo de dominó, otros por el trabajo y otros sencillamente porque les gusta el festejo, especialmente divertidos son los festejos de oficina, pero no de cualquiera, se necesita un número medio, menos de 10 compañeros es poco, porque no hay muchos resentimientos, habrá un par de pleitos. Más de 30 compañeros ya es multitud. Así que la Asociación Nacional de Argüenderos Navideños (ANAN) define como grupo ideal entre 15 y 20 compañeros.

Una cuestión curiosa es que a esos festejos se llevan como 20 litros de las más extrañas marcas de tequila, de cierto no resistirían a las brigadas antipiratería y podrían establecer un museo, ya que los tequileros nunca las han visto; a las dos horas de festejo empiezan a surgir las netas, reclamos porque cuando era hora de los nombramientos se olvidaron del quejoso, ya casi a punto de que lleguen a las manos alguien pone música en un I pod y esto salvó la bronca, porque pusieron una que se llama caballo dorado que provoca que todas las féminas y algunos caballeros se lancen al grito de pista a mover el esqueleto. A las seis horas de balazos los héroes se muestran fatigados mientras alguien combina la sobras de las bebidas.

Por cierto, de lo que se trata no es de festejar, sino de llegar vivo a la Navidad, y ya estamos cerca, por tanto a nuestro pacientes lectores ¡Felicidades!