Sábado, 30 de Noviembre 2024
México | TREN PARLAMENTARIO POR VICENTE BELLO

Fastuosidad porfiriana

Temas para discutir sobrarán a los senadores, ahora que vuelvan a su sede tras las vacaciones de Semana Santa

Por: EL INFORMADOR

El complejo arquitectónico de dos mil 600 millones de pesos que el Senado recién inauguró como su sede, fue sacudido por una de las borrascas que azotaron la Ciudad de México, estos días. El resquebrajamiento de uno de sus pisos, acaso por un ligero hundimiento de los edificios recién inaugurados; la filtración de agua lluviosa que trasminó los muros del recinto principal hasta llegar a las alfombras, y las fallas de los sistemas de luces y sonidos, han provocado el encrispamiento de senadores de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y del Trabajo (PT).

La fastuosidad y el barroquismo de los edificios senatoriales contrasta con los resultados y el altísimo costo de la construcción. Así lo han expresado senadores como Francisco Labastida Ochoa (PRI), el petista Ricardo Monreal Ávila y el panista Felipe González, quienes han pedido que se transparenten los costos y gastos. Y para ello tendría el Senado que decidir en la apertura de una auditoría para saber a detalle cómo es que se invirtieron los dos mil 600 millones de pesos para la construcción de la nueva sede de la Cámara de Senadores.

“Debe haber una investigación técnica”, ha dicho Labastida. “Pues las fallas son demasiadas”. Y fue él quien denunció que el sábado pasado, cuando sobre la Ciudad de México cayó la tormenta aquella, parte del inmueble se inundó.

Monreal ha reiterado la solicitud que traslapada trae en el alma desde hace varios días: la de auditar al Grupo Indi, la empresa que construyó y se encargó después de amueblar oficinas y edificios.

El senador petista ha acusado que Indi “injustificablemente importó equipo y mobiliario de España, Italia y China, en perjuicio de la industria nacional”.

El accionar de Grupo Indi —de cuya auditoría general que se le aplicara lo primero que se debería saber es quiénes conforman sus consejo de administración, para descartar si no hay por allí algún amigo, conocido o socio de Diego Fernández de Cevallos, el prohijador del nuevo Senado— ha hecho evocar tiempos porfirianos, cuando el grupo que entonces gobernaba con Porfirio Díaz, y éste mismo, acogieron la moda costosísima de avituallarse de todo lo que, en muebles y prendas, dictaban las modas francesas del momento, producidas en territorio francés.

Una auditoría tendría que arrojar números en el sentido de cuántos de esos dos mil 600 millones de pesos fueron utilizados en México para detonar cadenas productivas nacionales.

Por la manera en que se está conociendo ya la información, de que casi todo lo importaba Indi, es de presumir que, efectivamente, el complejo senatorial mexicano sí detonó cadenas de suministro, pero de otros países.

Temas para discutir sobrarán a los senadores, ahora que vuelvan a su sede tras las vacaciones de Semana Santa.

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