Viernes, 29 de Noviembre 2024
México | CIRCUNSTANCIAS POR JOSÉ MANUEL GÓMEZ VÁZQUEZ ALDANA

Familia y educación, indispensables en la vida

Debemos estar muy al pendiente de nuestros hijos, de sus fiestas, amigos y correrías a las discotecas

Por: EL INFORMADOR

José Manuel Gómez Vázquez Aldana.  /

José Manuel Gómez Vázquez Aldana. /

La educación juega un papel vital en el desarrollo de los jóvenes, en su apreciación y respeto a los valores morales y sobre todo al gran peligro que día a día avanza y crece en la juventud, que es el consumo de drogas.

Una familia funcional y unida es básica para que los hijos no caigan en este peligro cada día mayor de no apreciar los valores morales y físicamente el consumo de drogas.

Es muy difícil encontrar el camino para hablarles a los jóvenes sobre las drogas y estar seguros que van a escuchar, éste es el reto de educadores y sobre todo de padres de familia; si los padres no están pendientes de sus hijos, no se darán cuenta en qué momento se les salen de las manos y empiezan a consumir droga, haciendo caso omiso de los valores morales.

Lo que jóvenes y adultos no conocen acerca de las drogas puede perjudicar grandemente su salud y puede llegar a la muerte; la juventud actual está más expuesta que nunca a las drogas, el narcomenudeo los rodea, embaucándolos y presionándolos sin que se den cuenta, los adolescentes y jóvenes adictos padecen más enfermedades, pierden más días de escuela y son más propensos a tener conductas criminales.

Es vital estar cerca de los jóvenes, pero verdaderamente cerca, antes de que empiecen con las drogas. Hay estudios y estadísticas que sugieren que si un joven llega a los 21 años sin haber utilizado drogas, es probable que no lo haga.

El aspecto más preocupante de este tema es cómo las drogas perjudican a la juventud y la amenaza que esto supone para su futuro.

Por lo anterior es tan importante que los padres sean conscientes de la responsabilidad que tienen, y si ocurriera la tragedia de que su hijo llegue a consumir drogas, ellos que son los responsables, tendrán gran culpa de que esto suceda.

A continuación presentaré comentarios de dos jóvenes que ya no son drogadictos, pero que sufrieron mucho para dejar de serlo:“Mi meta en la vida no era vivir, era tener un ‘viaje’, con el tiempo me hice adicto a la ‘coca’, a la mariguana y al alcohol, bajo la mentira de que eso me permitiría escapar de mis problemas.

Las cosas simplemente empeoraron, me mantenía diciéndome a mi mismo, voy a dejarla totalmente después de usarla la última vez, y nunca ocurrió”: Bernabé.

“Empecé con la mariguana, después las pastillas, éxtasis y ácido, hice combinaciones de todo tipo de droga, hasta el punto de sobredosis para tener viajes más intensos.

Hasta que una noche tuve un ‘mal viaje’, oía voces en mi cabeza, sentía escalofríos y no salí de mi casa durante seis meses, no podía hablar en lugares públicos, ni siquiera podía conducir.

Acabé sin hogar, viviendo en la calle, dormía en una caja de cartón, mendigando y luchando para encontrar la manera de conseguir mi siguiente comida”: Ricardo.

Éstos son sólo dos ejemplos de un par de muchachos que fueron drogadictos y que ahora están libres de ese maléfico vicio, gracias a la reconquista que hicieron sus padres y educadores.

Debemos estar muy al pendiente de nuestros hijos, de sus fiestas, amigos y correrías a las discotecas.

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