Falta voluntad para rescatar los cuerpos

MÉXICO.- Mientras no se reanude el rescate de los 63 mineros que siguen sepultados en la mina Pasta de Conchos desde hace más de tres años, las viudas y familiares no bajarán los brazos para exigir justicia, dice Cristina Auerbach Benavides, miembro del equipo de Pastoral Laboral, que forma parte de la organización Familia Pasta de Conchos.

En entrevista, asegura que Pasta de Conchos se volvió un problema mayúsculo para el Gobierno federal, que está apostando a que los familiares se cansen y dejen de exigir los restos de sus mineros, sin embargo, subraya, “mientras no entreguen los restos de los mineros las familias seguirán luchando”.

Dicha afirmación coincide con la de María Teresa Contreras, viuda de José Porfirio Cibrián Mendoza, quien fuera supervisor de la mina y que murió aquel trágico 19 de febrero de 2006.

María Teresa aceptó hablar telefónicamente con EL INFORMADOR para denunciar la falta de voluntad de parte del Gobierno federal para que se reanude el rescate. 

Desde la mina, donde la acompaña su hijo Ángel Israel y otras viudas más, dice: “Llegaremos hasta donde sea necesario, vamos a seguir exigiéndole al Gobierno que haga lo que tenga que hacer. Grupo México debe asumir su responsabilidad, sabemos por supuesto que no lo harán y al Gobierno le pedimos sancionarlos, retirarles la concesión ya que es una empresa irresponsable para con sus trabajadores”.

El rescate es viable
Tanto María Teresa como Cristina aseguran que sí es viable continuar con el rescate, y fundamentan su afirmación con las conclusiones del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, solicitado por la misma Secretaría del Trabajo para determinar la situación de la mina.

El informe revela que si bien las condiciones son inseguras, se puede continuar con el rescate siempre y cuando se reviertan las condiciones de seguridad.

Incluso en febrero de 2008, el coordinador del foro, José Luis Fernández Zayas, afirmó que los únicos obstáculos para reanudar la búsqueda eran la falta de voluntad y de dinero.

“El rescate es posible, lo argumentan los mismos trabajadores, los mismos rescatistas, los que conocen la mina saben que es posible, si no yo creo que no estuviéramos aquí, no es nada más una terquedad de nosotros, lo tenemos fundamentado”, dice María Teresa.

Agrega que han solicitado reuniones tanto con la Secretaría de Gobernación, Economía y del Trabajo, para mostrarles esa viabilidad, pero que no los han querido recibir, “ellos especulan respecto al rescate, argumentan que no se puede pero sabemos que sí es viable, ¿con qué? con el dinero suficiente, con seguridad para los trabajadores”.
Cristina Auerbach Benavides por su parte, dice que si bien la prioridad es el rescate de los fallecidos, no se puede sólo sacar los restos y no castigar a nadie.

Agrega que hay un enorme cansancio de parte de las familias, pero que la falta de voluntad del Gobierno para hacer que la empresa cumpla con sus obligaciones les da fuerzas para levantarse todos los días y seguir exigiendo su derecho de tener a sus seres queridos.
“Las familias tienen un enorme dolor, una enorme frustración,  porque saben que tienen el derecho a que se les regresen los restos y saben que no se los regresan porque no les conviene, si les conviniera por supuesto que ya lo hubieran hecho”.

Tiene fe
A pesar de todos los obstáculos, no pierden la esperanza, “vamos por el rescate, no vamos a parar, no importa qué artimañas utilice Industrial Minera México, no importa que nuestro Gobierno no proteja nuestras garantías individuales, vamos a seguir con una demanda internacional para ver si en el extranjero tienen el valor que nuestro propio Estado de Derecho no tiene. A tres años ni perdón, ni olvido, ni gratitud, ni para industrial Minera México ni para el Gobierno”, dice María Teresa.

Auerbach coincide en que la búsqueda se reanudará, “puede ser en tres, cuatro o más años, pero sí va a continuar”.
(Sergio Cázares)

“Las familias no vamos a renunciar a esta lucha, porque no se trata de dinero, se trata de dignidad, de amor a nuestros seres queridos”. María Teresa Contreras, viuda.

Hay un enorme cansancio, pero la falta de voluntad del Estado para hacer que la empresa cumpla con sus obligaciones hacen que se levanten todos los días”. Cristina Auerbach, miembro de la organización Familia Pasta de Conchos.

Hay innumerables irregularidades, acusa Auerbach
Lamentable, así califica Cristina Auerbach estos tres años para Grupo México y para el Gobierno por el caso Pasta de Conchos.

Dice que han cometido una serie de irregularidades que sólo han logrado que cada vez más gente se interese por el tema. Y explica un ejemplo:

“El 4 de abril de 2007, determinaron suspender de forma unilateral el rescate argumentando que el agua que había en la mina tenía VIH, hepatitis y otros patógenos y que la posibilidad de seguir el rescate ponía en riesgo a los rescatistas. Este argumento lo presentaron a la Secretaría del Trabajo y se los aceptaron, después nos dimos cuenta por un oficio que ese peritaje lo mandaron a hacer Industrial Minera México y la misma Secretaría del Trabajo”.

Pero no es la única irregularidad, también existen otras como la negativa a cancelar los derechos sobre Pasta de Conchos a Industrial Minera México.

Auerbach dice que solicitaron a la Secretaría de Economía (SE) que iniciara los procedimientos de cancelación de derechos sobre Pasta de Conchos, porque no la están trabajando, pero les dijeron que las viudas no tienen interés jurídico para hacer ese reclamo, “no tener interés jurídico significa que no son afectadas por lo que pasó, para la SE a las familias no les afecta en nada que Industrial Minera México siga teniendo esa concesión”.
No hay división

Al preguntarle si existe división entre las viudas que dicen que la organización Familia Pasta de Conchos no las representa, explica, “no tenemos la representación de todos, sólo de un grupo de viudas. No hay división, existen desacuerdos en la manera en quién debe de hacer el rescate, hay quienes desde el inicio se fueron con el sindicato, la gran mayoría no quiere saber nada del sindicato, porque en su momento no representó los intereses de los trabajadores”.
Asegura que el sindicato sí demandó a Industrial Minera México, pero lo hizo por la figura de homicidio industrial, “claro que es un homicidio industrial pero esa figura no existe en los códigos legales de nuestro país, y eso está destinado a fracasar”, pero con eso el sindicato se justifica de que dio un apoyo inquebrantable a las familias.

Dice que si bien hay diferencias, todas las familias quieren el rescate, “pueden no estar de acuerdo en la manera en que se haga, pero todas quieren a sus maridos o hijos”.
(Sergio Cázares)

El secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, era abogado de Industrial Minera México y Luis Téllez, secretario de Comunicaciones y Transportes, fue parte del consejo de administración

Hay 615 familiares afectados por las muertes de los 65 mineros, entre viudas, papás, mamás, hijo, etcétera

CLAVES
1 Cristina Auerbach ha sido objeto de amenazas e incluso fue golpeada y despojada de su vehículo y documentos del caso. Incluso Amnistía Internacional ha pedido nuevamente que paren el hostigamiento hacia su persona, “no necesitarían ejercer esa violencia si ellos tienen razón, se les olvida que cada vez que me hacen algo o nos hacen algo cada vez hay más gente que se solidariza con el caso”.

2 A partir de la tragedia de Pasta de Conchos  se reformó la Norma Oficial Mexicana sobre seguridad en las minas subterráneas de carbón. Auerbach considera que de poco sirve, pues mientras a las empresas les salga más barato pagar las multas van a seguir violando las leyes.

3 El mes pasado en el marco del Examen Periódico Universal (EPU) a México, los representantes de los países reclamaron al Gobierno de México por su negligencia en el caso de Pasta de Conchos. Denunciaron que “todas estas víctimas murieron no por un imprevisible accidente sino por causas imputables a la empresa Industrial Minera México y al Gobierno Mexicano”.

“Todo nos hace pensar que tanto la Minera México como el Gobierno de México han estado impidiendo el ingreso a la mina para rescatar a los cadáveres porque quieren evitar se obtengan pruebas contundentes de las causas reales del siniestro”, dice el documento.