Martes, 26 de Noviembre 2024
México | APARADOR POR SERGIO RENÉ DE DIOS CORONA

Exigir justicia, peligroso

Exigir justicia en México es peligroso. Atreverse podría significar pagarlo con la vida

Por: EL INFORMADOR

Sergio René de Dios Corona.  /

Sergio René de Dios Corona. /

La pesadilla le ocurrió a la señora Benita Monárrez y a sus hijos, luego de que en Noviembre de 2001, en los campos algodoneros, fueron encontrados los cadáveres de ocho jovencitas, entre ellos el de su hija Laura Berenice: “Tuve que salir de mi país porque en alguna ocasión trataron de arrollarnos a mis dos hijos menores y a mí, y tuve que pedir asilo en los Estados Unidos, porque después de que no buscaron a mi hija yo formé una organización que se llamó Integración de Madres por Juárez”.

La señora Monárrez debió huir de Ciudad Juárez el 4 de Septiembre de 2006. Por demandar que se encontrara a los culpables del crimen de su hija, por denunciar la ineficiente investigación de la Procuraduría, por demostrar la complicidad de las autoridades, por investigar por su cuenta, por protestar, fue víctima de hostigamiento, malos tratos e intimidación de funcionarios y policías estatales y federales.

A ella y a su familia la persiguieron en vehículos policiacos, las llamaron innumerables ocasiones por vía telefónica para amenazarlas de muerte, desconocidos ingresaron ilegalmente a su casa a hurtar documentos, intentaron raptarle a una nieta, le colocaron en la cabeza un arma a una de sus hijas para que no continuaran denunciando, etcétera. Un juez estadounidense aprobó otorgarles asilo, dados los peligros que enfrentaban.

Nada ha cambiado. Ante la ineptitud de las autoridades estatales y federales, en 2010 la historia se repite con similar trama: una joven es asesinada, la madre de la joven se pone a investigar por su cuenta, exige justicia a la Procuraduría, organiza protestas, la hostigan y amenazan de muerte, y ella, a su vez, es victimada cobardemente frente al Palacio de Gobierno de Chihuahua. Sí, se trata del crimen de la señora Marisela Escobedo, cometido este mes.

Pero la historia no culmina ahí: al igual que con madres de jóvenes asesinadas en Ciudad Juárez, ahora familiares de la señora Marisela Escobedo también debieron buscar asilo en Estados Unidos. Se trasladaron hasta El Paso, Texas, el pasado 18 de diciembre, dos días después del asesinato. “Tenían mucho miedo y estaban nerviosísimos”, dijo un testigo.

Exigir justicia en México es peligroso. Atreverse podría significar pagarlo con la vida. Salvo, claro, que el ofendido y su familia tengan abundantes recursos económicos e “influencias”. El agraviado puede tener en contra no solo a los agresores o delincuentes. También a policías, a funcionarios y hasta a jueces. La víctima es doble o triple víctima al ser atrapada por un sistema policiaco y judicial como el mexicano: corrupto, ineficiente y cómplice.

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