Ex jefe policial de Tijuana llega a trabajar a Juárez

CIUDAD JUÁREZ, CHIHUAHUA (10/MAR/2011).- Luego de que como responsable de seguridad en la localidad fronteriza de Tijuana recibió elogios de distintas autoridades por su desempeño, un teniente coronel retirado asumió como nuevo jefe de la policía de Ciudad Juárez con la misión de disminuir la ola de violencia que la azota.

Julián Leyzaola Pérez, quien fungió como jefe policial de Tijuana entre 2008 y 2010, fue designado el jueves como director de Seguridad Pública de Ciudad Juárez, Chihuahua, considerada una de las localidades más peligrosas del mundo.

"Estamos aportando una persona que tiene la capacidad, la experiencia, la trayectoria para un trabajo que dé resultados", dijo el alcalde de Juárez, Héctor Murguía, al presentar a su nuevo jefe de policía.

"Lo más importante es que la seguridad llegue a nuestros hogares", añadió el alcalde.

A su paso por Tijuana, el militar retirado Leyzaola recibió el reconocimiento desde empresarios locales hasta el mismo Presidente Felipe Calderón por contribuir a restituir la sensación de tranquilidad y depurar la corporación, aunque también fue criticado por grupos de derechos humanos que lo acusaban de torturar a quienes consideraba malos policías.

Leyzaola siempre desestimó las acusaciones y dijo que eran parte de una campaña en su contra.

El militar retirado dejó la jefatura de policía de Tijuana a finales de 2010 después de la elección de un nuevo alcalde.

"Tijuana es una cosa y Ciudad Juárez es otra cosa... yo vengo a trabajar con lo que haya", dijo el jueves el teniente coronel retirado, quien se negó a dar a conocer planes específicos contra el crimen en la localidad, bajo el argumento de que hacerlo sería darles ventaja a los delincuentes.

"Los que se sumen al trabajo, bienvenidos, los demás se irán solos", añadió.

Leyzaola sustituye como jefe policial a otro militar, el coronel de artillería Laurencio Rodríguez.

A diferencia de otros jefes policiales municipales que se muestran reacios a participar en la lucha contra el narcotráfico, Leyzaola buscó en Tijuana involucrarse en el combate a los carteles de las drogas y en depurar a la corporación que había sido considerada una de las más corruptas.

Cuando sospechaba de que alguno de sus hombres era corruptos, solía humillarlo para que renunciara. Por ejemplo, a veces los dejaba que permanecieran parados en los árboles afuera de las oficinas de seguridad pública.

A los miembros del narcotráfico buscaba ridiculizarlos al llamarlos "gordos asquerosos", "mugrosos" y "cucarachas".