México | Evidencia alterada por Rossana Fuentes Berain Evidencia alterada Hay que lamentarse de que Paulette Gebara Farah puede ser una estadística más del 98% de los casos delincuenciales que quedan en la total impunidad Por: EL INFORMADOR 17 de abril de 2010 - 03:23 hs La cacería de criminales y la búsqueda de la verdad en México tienen desde el caso Paulette, pasando por el Bar-Bar y aterrizando en los y las muertas de Ciudad Juárez, un enemigo irredento: la alteración de la evidencia. ¿Ciencia? “Se va a resolver el caso Paulette con base en la ciencia”, dijo el procurador del Estado de México que más que su apellido Bazbaz, parece de oficio “viene-viene”, pues a cada vuelta de la tuerca se le hace más nudos la cobija y se enreda más en un mar de contradicciones. ¿Ciencia? ¿De qué habla la autoridad que en lugar de asegurar la escena de la desaparición de la menor tomó la recámara de Paulette como mingitorio público de los elementos destacados a atender lo que inicialmente se configuró como un posible secuestro y devino con la “súbita” aparición del cadáver de la chiquita, también en ese cuarto no resguardado como se debía, un caso que se configura a todas luces como asesinato, doloso o culposo, pero asesinato. Que ciencia ni que ocho cuartos; vamos, si Amanda de la Rosa durmió tres noches en la cama donde desapareció la niña. Si las nanas Érika y Martha Casimiro hicieron la cama, ¿tendrían guantes al hacerla para no alterar las posibles huellas digitales de quien provocó la “asfixia mecánica” a la que se refiere la autopsia? Lo dudo. Pero la alteración de la evidencia en México no es nueva. Recuerdo a mediados de la década de los noventa cuando como responsable de la sección de investigaciones especiales del periódico Reforma un reportero me trajo irresponsablemente, a manera de souvenir, una agujeta encontrada en la escena de los múltiples crímenes de mujeres en Ciudad Juárez abandonada por autoridades tan omisas como las del Estado de México en el caso Paulette. Además de regañar al reportero, con ansias de Sherlock Holmes, en ese momento contactamos al investigador retirado del FBI, Robert Kessler, asesor del guión de cine “El Silencio de los Inocentes”, para que nos ayudara como fuente de información a revisar los documentos y la evidencia, esa agujeta y otros elementos que permanecían abandonados ahí. Keesler acuñó entonces un concepto que se aplica perfectamente al estado de la investigación forense en México: “The Twilight Zone”, la dimensión desconocida en donde no puede haber certeza científica de nada. Pobre del que tenga que cruzarse en su vida con la charada de investigación en México, pobre de quien se tropiece con un evento que requiera un mínimo de seriedad y de pulcritud forense, porque simplemente no la ha habido y no la hay. Hay que lamentarse de que Paulette Gebara Farah puede ser una estadística más del 98% de los casos delincuenciales que quedan en la total impunidad. Descanse en Paz esa niña a la que ni sus padres ni la sociedad en la que pasó su corta vida le harán justicia. Temas Muertes infantiles violentas Rossana Fuentes Berain Tertulia Lee También Masacre en Dbar, producto de la lucha entre Cárteles: FGE Casas atacadas a balazos e incendiadas y asesinatos sacuden a Culiacán Así fue el homicidio del segundo exsecretario de Seguridad de Mazatlán Ataque armado en el antro DBar deja seis muertos Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones