Estrategas panistas

Abraham González Uyeda, el empresario y panista (en ese orden) que apenas en febrero se anunciaba como uno de los pocos que “pueden”, frente a los muchos que “quieren”, aspirar a la gubernatura de Jalisco en 2012, terminó rendido ante la evidencia de que sus cuentas no pasaban de ser una operación aritmética básica... y la realidad política jalisciense es tan compleja como una ecuación trigonométrica.

Anoche, en una reunión en el Comité Estatal del partido albiazul que intenta dirigir airosamente el ex alcalde Hernán Cortés Berumen, acabaron de concretar lo que se venía previendo días atrás: los diputados panistas ya no tienen como coordinador a González Uyeda. Él, mientras tanto, veía llegar la madrugada en la Ciudad de México, donde apuntalaba su futuro político en una reunión que lo conducirá de regreso a la Secretaría de Gobernación.

– ¿Regresa a Gobernación, diputado? –, le pregunté hace pocos días.
– ¡Qué va! –respondió mientras reía abiertamente– lo difícil en la Secretaría (de Gobernación) es salir y yo pude zafarme. Ya no quiero regresarme.
Agregó todavía: “Dejé por allá buenos amigos” con quienes “mantengo contacto”.

Ni duda cabe –digo yo–, porque buenos contactos en la capital son lo que necesita González Uyeda después de perder la coordinación de los diputados a escasos tres meses y medio en el cargo. A menos, claro, que este cambio sea resultado de una “mejoría”, lo cual es menos que probable si se recuerda la abierta campaña lanzada por el empresario-político para competir por la gubernatura.

Cuestiones, en fin, que sólo entienden los estrategas políticos panistas.

El ahora ex coordinador –quien por cierto, vistas las cosas en retrospectiva, ha desarrollado una discreta carrera política, desde su paso por algunas secretarías estatales, su fallido intento por ser alcalde en Tonalá y el que quizá fue su mejor papel, en la Subsecretaría de Gobernación, en la Segob– deja abiertos los signos de interrogación, cualquiera que sea el cargo que vaya a ocupar, sobre si podrá a distancia, mantenerse vigente en la competencia por la candidatura estatal.

Durante la época del PRI dominante era casi un dogma de aplicación general para quienes ambicionaban ser gobernadores, la necesidad de hacer “carrera en casa” para después buscar fortuna entre la clase política nacional. Hechos los méritos suficientes y contando con las bendiciones indicadas, podía entonces el futuro servidor del pueblo volver al terruño, investido por el derecho de buscar la gubernatura.

Esta ruta político-arqueológica no puede llevar a ningún lado a González Uyeda y su alejamiento de casa sólo le hará más ancho el camino al otro aspirante panista que no tiene contactos en México, D.F.: Fernando Guzmán Pérez Peláez.

Lo singular del caso es que Guzmán tampoco es lo que puede llamarse un hombre de éxitos en las elecciones. Pero es lo que tiene Acción Nacional para ofrecerle a Jalisco.

Lo dicho: estrategias reservadas a unos pocos.