Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | LUCIÉRNAGA CIUDADANA POR GUADALUPE MORFÍN

Estar hasta la madre

La paz no es tarea de los de enfrente: un tramo de ella descansa en nuestras manos y conciencias

Por: EL INFORMADOR

Guadalupe Morfín.  /

Guadalupe Morfín. /

Rossana Reguillo, Gabriela Gómez y Érika Loyo, de Por un México sin Violencia, convocaron en Guadalajara a un plantón en solidaridad con la marcha “Estamos hasta la madre”, convocada en Morelos y en distintas ciudades por el poeta Javier Sicilia, ante el atroz hallazgo de su hijo asesinado con seis personas más, en Morelos. A ellas se sumaron, a través de las redes sociales, activistas, organismos civiles, centros y universidades, como la Marista, el Iteso, la Universidad de Guadalajara, el CIESAS Occidente. La Federación de Estudiantes Universitarios (FEU) hizo siluetas y perfiles de quienes, asesinados en el combate al crimen organizado, son considerados “víctimas colaterales”, en una colateralidad que ya no es tangencial, sino central.

“Estar hasta la madre” remite a una idea de hartazgo en lo fundamental: la madre es quien nos dio la vida (muchas madres, cordones umbilicales cortados y complejos de Edipo saneados, nos siguen dando la vida a lo largo de toda su existencia). La mía es una de ellas y ayer lució hermosa y de blanco toda ella en el plantón.

Resumo algo de lo que ahí dije: Amar la paz en este país herido y fracturado, tiene que ver con todas y todos. Es tarea de agnósticos, creyentes y no creyentes, civiles y militares, adultos y jóvenes, ciudadanas y ciudadanos urbanos y rurales, militantes y no militantes de los partidos políticos. De funcionarios y activistas. Es legítima la exigencia a las autoridades, de todos los poderes, federales y locales, de que, impecablemente, nos ayuden a cohesionarnos como nación; que sean ejemplares, que desistan de un enfoque mayoritariamente bélico. Que se dediquen de manera integral, en su compleja intensidad, a la heroica y necesaria tarea de romper la desigualdad en nuestro México. Que lo hagan con testimonios éticos desde las escuelas, los centros de salud, las oficinas públicas, los espacios de la política, con oportunidades de empleo y desarrollo, y con el goce de nuestro enorme potencial cultural; que sea así en todos los planos donde se dan exclusiones y discriminaciones.

Valoramos a quienes con integridad enfrentan riesgos personales por dotarnos de seguridad desde sus cargos públicos. Hay quienes se mantienen íntegros en medio de la tentación de vulnerar el Estado constitucional de derecho. La fortaleza de las instituciones es aquella que respeta los principios constitucionales, como la legalidad. No quiero, como ciudadana, un despojo de libertades arduamente adquiridas a pesar de tantos años de autoritarismo, aunque me prometan una seguridad a rajatabla. Quiero vivir las libertades conquistadas.

En nuestras manos está convertirnos en personas activas a favor de la reconciliación del país.

La paz no es tarea de los de enfrente: un tramo de ella descansa en nuestras manos y conciencias. La paz descansa en la confianza. Hace florecer el horizonte de la esperanza, que hemos perdido. Nos pone a cantar de nuevo, para que la vida, el maíz, las jacarandas sigan entre nosotros.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones