Estado: paz y orden

El Estado fue una creación de muchos años y la evolución de un ente que representa la organización política de muchas agrupaciones humanas y que se fue perfeccionando, desde las culturas clásicas hasta la creación del Estado moderno como ente político y después en el Estado de Derecho, en su calidad de ente normativo.

Así, los grandes griegos estudiaron las formas de organización política, Sócrates discurría y Platón analizaba y apuntaba a la posteridad; su discípulo, Aristóteles, compiló cerca de 150 Normas Rectoras de las “polis” para ser analizadas en “Política” y estudiadas en la “Paiteia”, obra que llegó hasta nuestros días.

Después de dichas aportaciones, siguieron evolucionando las estructuras territoriales en el planeta, con las aportaciones del Mediterráneo, de las excelsas culturas europeas, de Asia, de África y de América.

Se desarrollaron las ideas de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial, el concepto de soberanía, los derechos de las personas y de los ciudadanos y demás instituciones que el día de hoy se integran en las diversas Normas Rectoras, Constituciones o documentos similares que son la Carta Fundamental de cada Estado.

Una idea central en la creación del Estado, dado que quien tenía el poder era en base a las conquistas, dominaciones, invasiones y demás formas armadas o violentas de someter a los pueblos.

Ante tal situación, Tomás Hobbes, pensó que era necesario crear un ente poderoso, que sumara las voluntades de todas las personas y les quitara un poco de sus libertades y derechos para que el gran ente o Estado fuese poderoso en tal magnitud que las personas le temieran y se pacificaran creando el orden social.

El ilustrísimo Hobbes, pensaba que el hombre es malo por naturaleza, que el estado normal de las personas era la guerra; por tanto, la autoaniquilación del género humano; por tanto, era menester realizar un pacto social para la paz y la defensa común.

De lo anterior queda claro que uno de los valores principales que debe preservar el Estado es la vida de sus integrantes, la seguridad, el orden público, el bienestar colectivo y demás aspectos que son la base de una comunidad o sociedad.

Entonces, si el Estado no es capaz de proteger la vida de quienes integran dicha agrupación humana, no está cumpliendo la tarea principal, la cuestión fundacional el porqué de su existencia, si no hay vida, entonces, no pueden existir las interrelaciones sociales.

Así, la primera condición de un Estado, es la de velar y por tanto, garantizar la existencia e integridad física de las personas; en el mismo contexto, la seguridad y el orden social, ya que sin estas premisas, no se pueden desarrollar las actividades políticas, económicas, religiosas, culturales, jurídicas y en general, toda la gama de interrelaciones sociales.

Uno de los factores por los cuales en México no hemos logrado la paz social, mucho menos, el orden público, es por la falta de identidad entre nosotros, la desunión, la intriga permanente de unos contra otros y demás actitudes aprehendidas de pueblos guerreros y conquistadores, las cuales imitamos pero de manera negativa y en contra de nosotros mismos.

Debe quedar clara la idea de que si deseamos ser una comunidad o sociedad, entonces, debemos apoyarnos entre nosotros para lograr resolver las necesidades y enfrentar los problemas que nos aquejan entre todos, como si fuésemos un gran equipo, lo cual requiere de una conciencia social.

Para una mayor integración entre nosotros, es menester un orgullo propio y el reconocernos como personas de talento y de igual forma, en lo social, como que en México existen grandes talentos pero que no se aprovechan.

Los grandes estados se han forjado, en gran medida, gracias a dos ejes, sus propios talentos y genios y el equipo social, entre ambos factores, han construido enormes edificios sociales o estados, los cuales han asombrado a otras organizaciones sociales y se han vuelto paradigmas o ejemplos de cómo puede trabajar un colectivo en equipo y resolver todos los problemas que se les presenten.

Ejemplos existen muchísimos, la Muralla China, las Pirámides de Egipto, nuestras maravillosas pirámides de Teotihuacan, las Mayas o Zapotecas, entre otras, Machu Picchu; el terreno que le ha ganado al mar Holanda y otros pueblos similares, son algunas experiencias de cómo el conjunto de las voluntades de las personas hacia un mismo objetivo y en beneficio de todos, es la obra más trascendente a la que podemos aspirar.

Entonces, es muy fácil destruir, matar, robar y demás actitudes negativas; por el contrario, formar procesos sociales mediante los cuales se desarrolle un ser humano desde la más tierna edad hasta lograrse una persona que sirva a su comunidad o sociedad, respetar la vida, los bienes y sobre todo, los valores por los que vivimos y existimos como el amor, la solidaridad, la fraternidad, la cooperación y demás elementos con los que nos podemos engrandecer.

A manera de conclusión, la existencia del Estado requiere de que todos sus asociados o todas las personas que en él se interrelacionan, cooperen en que las condiciones de vida sean las mejores, a sus dirigentes les compete velar por los demás y estar dispuesto para aportar lo que sea necesario por la raza que debe proteger.