Escribir y construir

¿Qué sentido tiene escribir sobre lo que pasa ahora? —se pregunta Winston Smith, el protagonista principal de la novela 1984 de George Orwell— y reflexiona: “Si el futuro va a ser igual al presente, no les llamará la atención, si es distinto, no lo creerán…” Esa pregunta surge a veces cuando nos ponemos a escribir; en un contexto como el nuestro en que hay tantas noticias y novedades nunca falta de qué hablar, qué señalar y de qué arrepentirse. Lo leemos, lo comentamos, lo discutimos y nos quejamos,  y para muchos “ todo sigue igual” .  ¿Tiene sentido hablar de el presente, si al hacerlo no tratamos de construir un mejor futuro?

Hace dos días fueron robadas tres bicicletas del espacio de trabajo de un equipo que se dedica a temas  urbanos. Mientras se discutía sobre medios no motorizados de movilidad —léase espacios para caminar y para pedalear—, las bicicletas, que se han convertido en un símbolo de la voluntad de cambiar y mejorar la forma de vivir la ciudad, fueron hurtadas. Poco importan a la delincuencia las historias detrás de cada bici, o de cada persona. La noticia no es novedad, decenas de amigos han sido víctimas  de robos similares y centenas lo han sido de robos y violencia en general. La solidaridad viene acompañada de una necesidad de respuestas y de compartir las experiencias que cada uno ha vivido en las últimas semanas o meses, la cadena va creciendo, y aunque resulte triste aceptar que pueda ser algo cotidiano, no es algo a lo que nos podemos acostumbrar.

Hoy las noticias confunden sobre las políticas públicas: endeudamientos millonarios para tapar baches, mientras abundan los congestionamientos por pasos a desnivel inundados. Hay resoluciones judiciales para derribar pisos extras de torres promovidas con licencias ilegales, pero no se habla de los juicios a los funcionarios que violaron la ley otorgándolas; piden despolitizar el asunto del Macrobús para recibir recursos, pero no se habla de despolitizar también otros asuntos como las obras panamericanas o las ciclovías. Muchos temas “inundan” la agenda local ¿a que le estamos apostando?, las dificultades que han enfrentado los alcaldes y Gobierno estatal para ponerse de acuerdo en  la coordinación metropolitana  de seguridad, aun cuando se  trata de un tema a todas luces urgente, da pocas esperanzas de lo que podemos esperar  para otros temas metropolitanos que también demandan atención, como el Instituto Metropolitano de Planeación que ha quedado a la espera de “despolitizarse”.

Ante la pregunta ¿para que escribir?, afirmo que vale la pena hacerlo y correr el riesgo. Hoy hay también noticias buenas que consolidan esfuerzos,  ciudadanos de todas partes de la ciudad se organizan, dialogan, tratan de mejorar su entorno y logran cosas, como la recién inaugurada casa ciclista en Guadalajara, producto del esfuerzo de los grupos ciclistas de la ciudad. Hay otros esfuerzos que se van construyendo con las autoridades, con la iniciativa privada, con las universidades. Hoy tenemos muchos problemas comunes que hay que resolver, escribir es compartir, escribir es dejar testimonio; no queremos una ciudad ni una sociedad como la de Winston en la novela 1984.