Jueves, 17 de Octubre 2024
México | TRONERA POR SALVADOR CAMARENA

Esas cosas no se hacen, mano

Es paradójico que el personaje que ha sido acusado de poner a puros cuates en puestos claves del gabinete termine tan mal con varios de ellos

Por: EL INFORMADOR

Salvador Camarena.  /

Salvador Camarena. /

La frase del título de esta entrega es de Felipe Calderón Hinojosa. Se la dijo el viernes pasado a Óscar Mario Beteta, y aunque se refería a la filtración de documentos de WikiLeaks a cinco organizaciones periodísticas, se puede usar para aplicársela al propio Presidente y a los panistas, que celebran sus 10 años en el poder, y los dos primeros tercios del calderonismo en Los Pinos.

“Esas cosas no se hacen, mano”, le pudo haber dicho Calderón a Vicente Fox, luego de que el ex presidente nomás es incapaz de entender que no construye nada —ni ventaja electoral, ni juego democrático, ni prestigio personal, nada— con su enésima ufana declaración de que “cargó los dados” en contra de López Obrador (en entrevista con Mario Campos). Eso es reconocer que hizo trampa. Deberían incluso investigarle de nuevo. Al exacerbar enconos es un antipatriota. Y no, no es locuaz, es irresponsable.

Pero la frase también se la podrían decir a Calderón sus amigos. Es paradójico que el personaje que ha sido acusado de poner a puros cuates en puestos claves del gabinete termine tan mal con varios de ellos. “Esas cosas no se hacen, mano”, le puede reprochar César Nava luego de que, según cuentan, en la pasada fiesta de cumpleaños del Mandatario se enteró por voz del propio Calderón de que tenía que renunciar a buscar de nuevo la presidencia blanquiazul. Y en la misma situación de Nava, de contrariedad ante el amigo, están Germán Martínez, Fernando Gómez Mont, Francisco Ramírez Acuña, Beatriz Zavala…. Ni en la victoria ha sido generoso, llegó algún día a reconocer Santiago Creel.

Calderón no estuvo ausente en el Consejo panista del fin de semana. Su obsesión es el Partido Acción Nacional (PAN). Ve su paso por la Presidencia de la República como un deber que es parte de su misión de su ser panista. Antes de Los Pinos, durante y, no tengan duda, después, Acción Nacional es lo que más le interesa, es su esencia. En el terreno público no tiene nada más.

Y “esas cosas no se hacen, mano”, le podrán reclamar hoy algunos correligionarios, por haber logrado una apariencia democrática a la tercera imposición del michoacano en la silla principal del edificio de avenida Coyoacán.

Y los suspirantes panistas también podrían formular el reproche que da título a esta columna. Ninguno de sus colaboradores ha crecido, ninguno tiene luz propia. No toda la falta de crecimiento de los suspirantes es achacable al Presidente, sin duda, pero, fiel a su historia, Calderón es desconfiado, controlador, y eso ha repercutido en la falta de caballos puestos para la carrera. Y a esa flaca caballada nada bien le caerá la frase, también dicha a Beteta, de que vería bien a un ciudadano como candidato en 2012. Es una cortina de humo. Salvo Beatriz Paredes, nadie como él desconfía tanto de los sin partido, son su antítesis.

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