Enviarán más tropas para combatir al narco en el norte

CIUDAD DE MÉXICO (24/NOV/2010).- El gobierno federal anunció el envío de más efectivos para reforzar la seguridad en el noreste del país, una de las zonas más afectadas en 2010 por la violencia del narcotráfico.

El vocero del gobierno federal en materia de seguridad, Alejandro Poiré, informó que la Operación Coordinada Noreste se aplicará en los estados fronterizos de Nuevo León y Tamaulipas, donde los narcotraficantes están enfrascados en una cruenta lucha tras la ruptura entre los carteles del Golfo y Los Zetas.

La operación aumentará el número de efectivos militares y de agentes federales, cuya misión será reforzar la presencia de la autoridad e impedir el reagrupamiento de los grupos del narcotráfico tras varios golpes que les han sido asestados.

El anuncio fue realizado en la capital mexicana en presencia de todos los miembros del gabinete de seguridad y de los gobernadores de Nuevo León y Tamaulipas, aunque no se informó el número específico de efectivos que habrá en la zona.

El gobierno federal ya mantiene operaciones coordinadas en otras zonas del país, como en Chihuahua, también fronterizo con Estados Unidos y donde se localiza Ciudad Juárez, la localidad más golpeada por la violencia.

Poiré dijo que el noreste de México significa una zona estratégica para el crimen organizado, con 900 kilómetros de frontera con Estados Unidos y 420 kilómetros de costa en Tamaulipas.

Señaló que los factores geográficos "han hecho de la zona una ruta codiciada por las organizaciones criminales para el tráfico de drogas y personas, y también para la recepción de recursos financieros ilícitos y armamento hacia territorio mexicano''.

La violencia atribuida al crimen organizado ha dejado más de 28 mil asesinados desde diciembre de 2006, cuando el Presidente Felipe Calderón lanzó la primera ofensiva contra el narcotráfico.

El secretario de Gobernación, Francisco Blake, dijo que es el crimen organizado el "único responsable de la violencia que se vive en el país'' y advirtió que las autoridades federales no bajarán la guardia.