Entre desfiles asoman dos visiones de país

CIUDAD DE MÉXICO (17/SEP/2010).- Al pie del Monumento a la Independencia, dos visiones de país fueron vistas por entre las rendijas de los discursos del Presidente Felipe Calderón Hinojosa y de los presidentes de la Cámara de Diputados, Jorge Carlos Ramírez Marín, y del Senado de la República, Manlio Fabio Beltrones.
Felipe Calderón afirmó: “Sé que sabremos luchar; por eso recojo y acepto con responsabilidad y aliento las palabras de diálogo y colaboración ofrecidas por los máximos representantes del Congreso (se refería a aquellos dos priistas). Las tomo no simplemente por ser mi más profunda convicción democrática, sino porque sé que México hoy lo necesita más que en mucho tiempo”.

Y arengaba Calderón entonces: “Hoy que México comienza su tercer siglo, iniciemos nosotros como mexicanos una nueva etapa en nuestra historia; redoblemos el paso; dialoguemos y acordemos como se ha propuesto; reforcemos lo que hemos hecho; vayamos más aprisa en lo mucho que México ha hecho bien y donde sea necesario reiniciar. Comencemos nuevamente con el aliento de darle a la patria las condiciones que merece”.

Hacía unos minutos, Beltrones había planteado a Calderón que es “la hora de los acuerdos políticos y sociales para reordenar al país, así como la de la autocrítica y la serena reflexión”. Y éste mismo le había vuelto a remachar: “La construcción de la patria libre y feliz que soñaron los independentistas está todavía pendiente”.

No se le veía muy cómodo a Felipe Calderón, cuando Beltrones y Ramírez posicionaban al Congreso, aunque, para ser más precisos, detrás de ellos estaba posicionándose en realidad el PRI, el partido al que pertenecen y el cual tiene el control político del principal órgano de gobierno (la mesa directiva) en las dos Cámaras.

En la víspera, Calderón había estado convocando esencialmente al PRI a “la unidad” y al “acuerdo nacional”. Y no se interpretaba más que con el llamado presidencial a incorporarse sin ambages a los acuerdos en el Congreso, que deriven en leyes y en el respaldo a un ejercicio de la política desde la Presidencia que el priismo ha estado criticando con severidad inusitada, a partir de que el partido de Calderón, Acción Nacional, se alió con el PRD para “ganarle al PRI” electoralmente, y así limitarlo para que no llegue a triunfar en la elección presidencial de 2012.

Beltrones todavía aconsejó a Calderón “a dejar a un lado actitudes inmaduras, atender la apatía e indiferencia social que ha dejado la falta de empleo, la delincuencia y la pobreza, para replantear el rumbo del país”.

¿Qué estaba queriendo decir Calderón cuando dijo que recogía las palabras de diálogo y colaboración ofrecidas por Ramírez y Beltrones? ¿Y todavía más cuando reiteraba que las tomaba porque sabe que “México hoy lo necesita más que en mucho tiempo”? ¿Estaba Calderón queriendo decir que ha acordado ya con el PRI?

Las respuestas no tardarán en conocerse, más ahora cuando están negociando en el Congreso los tamaños y la distribución de los ingresos y los egresos.
Los discursos de los tres se escucharon al pie del Monumento a la Independencia, que justamente hace 100 años inauguró Porfirio Díaz en lo que entonces fue el centenario del inicio de la guerra aquella, que lideró Miguel Hidalgo.

Jorge Carlos Ramírez Marín aludió así el intervencionismo de Calderón en los procesos electorales: “Cada generación, de una y otra, imprime su impronta en un pueblo vivo como el nuestro, pero también es cierto, absolutamente cierto, que la historia no se inventa cada vez que un partido gana o que un partido pierde. Las elecciones no son más que un impasse, un rasgo, un sesgo de la historia. De ninguna manera nace o perece cuando alguien gana o pierde. La historia es la historia”.

Y entonces el yucateco le apostillaba a Calderón: “Es perder el tiempo tratar de escribirla a partir de procesos electorales. Es perder el tiempo fijar el trabajo de la patria a partir de procesos electorales y es una tarea de todos, absolutamente todos los mexicanos, hacer que la historia sea la que construyen cada día los héroes de todos los días.
“Recordemos que al final del ciclo de la violencia, tanto en la Independencia como en la Revolución, estuvieron marcados por el acuerdo en torno a las leyes que nos habrían de regir. Por eso valoremos en nuestra historia el papel que desempeñan los centros de diálogo, como por ejemplo, el Poder Legislativo, que pueden ser capaces de sintetizar y dar forma a la consistencia nacional de las regiones y de las distintas maneras de pensar y de ver el futuro del país”.

LOS PENDIENTES

Iniciativas por discutir

Reforma política.- Partidos y Gobierno presentaron meses atrás varias iniciativas para una amplia reforma política que incluyen establecer la reelección continua de legisladores y alcaldes, y reducir el número de diputados, entre otras medidas.

Reforma fiscal.- México requiere de una tercera más profunda, ya que las anteriores resultaron insuficientes para aumentar la magra recaudación tributaria y reducir la dependencia que tienen las arcas del Estado de las exportaciones petroleras.

Reforma energética.- Una fue aprobada en 2008 dirigida a incrementar la producción petrolera resultó limitada, según el panismo. El partido de Calderón ha buscado que empresas privadas se encarguen de construir y operar refinerías, algo que fue rechazado por la oposición.

Ley antimonopolios.- Se trata de una reforma a la Ley Federal de Competencia Económica para elevar las sanciones a las empresas que incurran en prácticas monopólicas, una asignatura pendiente en el país.

Reforma laboral.- El PAN presentó una propuesta que busca facilitar el acceso al mercado laboral e incluye cambios en materia de contratación para periodos de prueba, de capacitación inicial y trabajos temporales.

Reforma de telecomunicaciones.- El Gobierno impulsa una iniciativa para regular los servicios y redes de telecomunicaciones y la administración del espectro radioeléctrico.
Se propone transformar al actual regulador de telecomunicaciones, la Cofetel, en el Instituto Federal de Telecomunicaciones y de Contenidos Audiovisuales.

Policía con mando único.- Calderón ha dicho que enviará en breve al Congreso una reforma para crear un mando único para las 31 policías estatales y de la capital, a fin de erradicar la corrupción entre los agentes.

Reforma contra “lavado” de dinero.- El Mandatario envió una reforma para combatir el “lavado” de dinero y golpear las estructuras financieras de los cárteles de las drogas. Incluye la prohibición de comprar edificios y otros bienes en efectivo, entre otras medidas.

Ley de seguridad nacional.- Propuesta por Calderón para regular la participación de las Fuerzas armadas en el combate antidrogas y una mejor coordinación entre policías. Fue aprobada por los senadores este año, pero le falta la sanción de la Cámara de Diputados.

Ley antisecuestro.- El Congreso tiene pendiente un proyecto que busca frenar el secuestro, una práctica común en medio de la ola de violencia del narcotráfico. Calderón propuso cadena perpetua para los secuestradores que mutilen o asesinen a sus víctimas.