Entre ángeles y demonios

Desde hace algún tiempo, los políticos en México discuten sobre la Reforma del Estado. Qué agradable es constatar que la sociedad también empieza a interesarse en este tema. Las circunstancias actuales son propicias para debatir, ya que el ciudadano y la opinión pública, además de participar en el desarrollo de la sociedad, tienen también formado un criterio sobre el comportamiento y la actuación de la que llamamos “clase política” en nuestro país.

En este escenario quiero destacar que durante los últimos días del mes de septiembre pasado, el politólogo italiano Giovanni Sartori visitó nuestro país. Considero muy importante analizar una entrevista que le hizo Ricardo Raphael y que, desde luego, no tiene desperdicio alguno, porque nos puede ilustrar sobre el particular.

El profesor Sartori cree en las reformas, pero no en aquéllas que parten desde cero.

Sugiere la revisión de algunos aspectos de la Constitución Mexicana para que siga siendo una buena Carta Magna; esto es, considera que nuestra Constitución permanece aún como una auténtica posibilidad dialéctica de integración.

Opina que la segunda vuelta electoral para el caso del Presidente de la República daría estabilidad al mandato del Jefe del Ejecutivo. Sin embargo no piensa igual sobre la elección del Congreso mexicano. Señala que durante mucho tiempo hubo una distribución histórica de los votos, que le permitió a un solo partido ganar casi 80% de los escaños y curules en el Congreso de la Unión. Si existe en todo el país un equilibrio estable entre derecha e izquierda, el sistema de doble vuelta puede ser muy bueno, pero si éste no es el caso, y en México aún no sabemos si en realidad lo es, el mismo partido podría volver a ganarlo casi todo.

En torno a la reelección recomienda reforzar la independencia del Congreso por medio de la misma, ya que apunta que en México la no reelección consecutiva ha sido un importante instrumento de poder y de control del mismo Poder Ejecutivo, pero de ninguna manera está de acuerdo en suprimir el sistema presidencial. Afirma que los mexicanos hemos establecido un sistema presidencial muy distinto al que existe en el resto del mundo y que ha funcionado bien, no sin algunos excesos. Compara el éxito del mismo con el sistema francés que es un gran invento. Destaca que será muy importante dar más poder al Parlamento y recortar las alas al “hiperpresidencialismo”, pero que, en general, el sistema mexicano seguiría siendo único. Cambiar a un sistema parlamentario de la noche a la mañana sería muy peligroso, porque podría conducir a un Gobierno rebelde y a un Parlamento ingobernable. Giovanni Sartori emite el consejo de que al tener en México únicamente la práctica con el sistema presidencial, no se pierda esa práctica y trate de mejorarse.

Un tema que ha dado mucho de que hablar en nuestro país es el de la revocación de mandato. Al profesor florentino esta figura le asusta mucho y la contrasta con la del juicio político, que es la que generalmente se tiene en las constituciones democráticas de corte presidencial, pero ésta es una institución que requiere muchos requisitos para prosperar y se encuentra estrictamente regulada, no como la de revocación de mandato que es un dispositivo muy vago y por ello peligroso. Será adecuado y funcional que un Presidente sea enjuiciado políticamente, pero será una mala idea enviarlo a su casa por una revocación injustificada a la mitad de su mandato.

No cabe la menor duda de que la Reforma del Estado es una materia fundamental y que por tal motivo, todos debemos estar en la mejor disposición de participar. Espero que las ideas expuestas por Giovanni Sartori nos ayuden en tarea tan importante, mientras nosotros seguimos caminando, días tras día, entre ángeles y demonios.