Encrucijada económica

La necesidad del descanso en el ser humano es un hecho inobjetable, que se debe de empatar muy bien con los aspectos económicos, siempre y cuando las cosas se lleven a cabo con una planeación integral que no vaya a contribuir al decrecimiento de la propia economía, de ahí la importancia de que los llamados “puentes” se aprovechen paralelamente a medida que eviten la pérdida de productividad.

La falta de una planeación es la que tiene enfrentados hoy a quienes por un lado lograron los llamados “puentes largos”, mismos que para efectos de la actividad turística (la que más a despuntado luego de la crisis de 2009), se han convertido en algo semejante al maná que cayó alguna vez del cielo, no obstante, otros sectores ya “pusieron el grito en el cielo” y a la fecha hay diputados del PRD en el Congreso federal, que se están pronunciando por invalidar la acción que autorizo la Legislatura anterior.

La razón de ello, es que algunos de los sectores de producción aducen que los días feriados les significan un alto costo económico, pues incluso muchos de ellos no pueden parar la producción, pero para ello tienen que pagar sueldos dobles o triples a los operadores, lo que significa una merma económica para ellos.

A dichos empresarios les iría bien hacer un ligero repaso de la historia, particularmente en lo que se refiere a la evolución empresarial e industrial, aunque si se quieren ir hasta la etapa de la esclavitud,  encontraran que el descanso que se les empezó a dar a los esclavos de aquellos tiempos, no fue producto de la caridad o buena disposición de los esclavistas, sino que éstos se dieron cuenta que permitiendo un descanso a sus servidores, la esperanza de vida de los mismos crecía, por tanto su capacidad de explotación se veía beneficiada, luego entonces su “visión de esclavitud” se vio “modernizada“ y puede ser que hasta creyeran que con ello ganaban unas buenas indulgencias.

Pero al margen de las creencias de aquellos “hombres piadosos”, la realidad de hoy nos deja clara la importancia del descanso en la sociedad, aunque a cambio se debe de cumplir con jornadas productivas, pues habría de pensarse que de los beneficios que alcance el patrón, también ellos resultarán favorecidos (al menos en la teoría Constitucional y la de la Ley Federal del Trabajo).

Así, es importante que el esquema de planeación se cumpla en todo su proceso, para que los resultados sean los apetecidos por unos y por otros, pero si por un lado los empresarios sólo siguen viendo por su beneficio y los trabajadores en busca de más descansos, la economía se verá en una encrucijada difícil de resolver.