Viernes, 29 de Noviembre 2024
México | POR ANA MARÍA SALAZAR

En el exterior sí lo quieren

La estrategia del Presidente Felipe Calderón para combatir el crimen organizado ha generado opiniones encontradas en los diferentes ámbitos que me ha tocado analizar

Por: EL INFORMADOR

Ana María Salazar.  /

Ana María Salazar. /

La estrategia del Presidente Felipe Calderón para combatir el crimen organizado ha generado opiniones encontradas en los diferentes ámbitos que me ha tocado analizar.

Me llama la atención que el Presidente recibe más apoyo y menos críticas en el exterior, en comparación con los ataques sistemáticos que recibe en este momento en el país.

Por ejemplo, una editorial que publicó recientemente el periódico francés Le Monde, señala que en México la cruzada contra el narcotráfico se ha convertido en una guerra sin cuartel.

En línea a lo escrito por el diario galo, la organización internacional Human Rights Watch declaró que con el despliegue en México de más de 40 mil soldados para combatir al narcotráfico, las violaciones a los derechos humanos por parte de militares se han sextuplicado.

No obstante estas críticas, el Presidente Calderón recibe apoyo por parte de sus homólogos, al mismo tiempo diversas voces internacionales respaldan la estrategia impulsada por el Gobierno federal.

Tal es el caso del presidente colombiano Juan Manuel Santos, quien ha declarado estar dispuesto a compartir con México la experiencia de su país.

La misma Unión Europea se suma a la ayuda contra el tráfico de drogas.

En  mayo de 2010 firmó con México un acuerdo para incrementar la cooperación ante el combate al crimen organizado, el tráfico de armas y el “lavado” de dinero.

Similar ha sido el apoyo de los estadounidenses. En el discurso del presidente Barack Obama, en su primera visita a México, señaló que el combate al tráfico de drogas tenía que ser una responsabilidad compartida, y declaró que su país colaboraría en la materia.

Señaló Obama que “en un tiempo en el que el Gobierno mexicano combate valientemente a los cárteles de la droga que han plagado ambos lados de la frontera, es absolutamente crítico que Estados Unidos se una como socio pleno para… afrontar esta batalla…”.

El Presidente Calderón legitimó así su estrategia contra el narco con base en una cooperación bilateral, “una nueva era en donde el combate al crimen organizado sea asumido plenamente como una responsabilidad compartida, como una batalla que estadounidenses y mexicanos tenemos que pelear y ganaremos como aliados”.

Hasta el prestigiado periódico Washington Post apoyó recientemente a México en un editorial donde denunciaba que Estados Unidos está mirando para otro lado, mientras la guerra contra el narcotráfico empeora.

El diario norteamericano pidió al presidente Barack Obama, más eficacia en las políticas con México.

Tuve la oportunidad de entrevistar para mi programa Seguridad Total TV a varios expertos y representantes de agencias internacionales, que en general expresaron su apoyo a la estrategia del Presidente Calderón, aunque señalaron que deberían de considerarse algunos ajustes a esta estrategia.

Por ejemplo, Antonio Mazzitelli, representante regional de México, Centro América y el Caribe de la Oficina de Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito, UNODC, me comentó que “…nadie pone en discusión la estrategia, es la táctica la que parece fallar, los incidentes de la implementación táctica de esa estrategia.

En muchos casos falta mayor capacidad, falta el entrenamiento necesario y la formación adecuada para poder implementarlas de manera correcta, el mensaje de Naciones Unidas es que los derechos humanos no tienen por qué venir subordinados.

Otro reconocido experto en la materia, Mark A. R. Kleiman, profesor en políticas públicas de la Universidad de California, me señalaba: “Creo que el Gobierno está echándose un bocado más grande de lo que puede masticar solo, el peso combinado de las fuerzas de estas organizaciones criminales fue mayor que la maquinaria gubernamental para combatir efectivamente a esos cárteles, yo creo que fue un error y siempre ha sido un error enfocarse en el volumen de drogas como la métrica de la importancia de las organizaciones y la métrica del éxito”.

Finalmente, sí hay mucho que aprender de la dolorosa experiencia de otros países.

El embajador de Colombia, Luis Camilo Osorio, me comentaba que un aspecto fundamental de toda estrategia en contra del crimen organizado es que “tiene que haber una autoridad confiable, que tiene que existir solidaridad por parte de la sociedad”.

El combate a la corrupción es un factor fundamental para que funcione toda estrategia en contra del crimen organizado, la gran interrogante es cómo controlará el Presidente este flagelo, que está muy arraigado en las corporaciones policiacas y en muchas instituciones de nuestro país.

Las críticas tan severas que enfrenta la estrategia del Presidente aquí en México, en contraste con el apoyo a la estrategia de Calderón desde el extranjero, se pudiera explicar si consideramos que los mexicanos vivimos mucho más de cerca la violencia que se ha desatado, y lo que representa la realidad diaria de esta estrategia.

Pero también es cierto que es más fácil ver desde afuera, que a pesar de los costos a corto plazo, se puede tener éxito a largo plazo, si se hacen los ajustes necesarios y se logran los consensos para que esta estrategia se implemente bien.

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