En Jalisco el impacto es nulo

GUADALAJARA, JALISCO (10/OCT/2012).- La muerte de Heriberto Lazcano significa el golpe más fuerte al narcotráfico del sexenio. La Secretaría de Marina confirmó que “El Lazca”, líder fundador de “Los Zetas” ha muerto, lo que implicaría un reacomodo de fuerzas al interior de la organización criminal, pero no el fin de la misma pues no se ha golpeado la parte operativa.

El doctor en Derecho por la Facultad de Heidelberg, Alemania, Dante Haro Reyes, recuerda que a finales del año pasado hubo una ruptura en las relaciones internas del grupo criminal, entre Miguel Ángel Treviño Morales, “Z-40” y Heriberto Lazcano, lo que debilitó internamente la estructura de la agrupación delictiva. “Luego vino un reacomodo de la gente que espera para tomar plazas. Ello significa que el cártel no se acaba con la muerte de la cabecilla, sino que otras personas ocuparán el lugar de Lazcano, por lo que se espera una atomización o fragmentación de la organización; por una parte, seguidores de Lazcano y, por otra, del ‘Z-40’”. No obstante, señala que aún no ha sido tocada la parte operativa, por lo que no terminará el problema porque las finanzas no se han tocado y “los operadores son suplidos con carne nueva: únicamente le están pegando a la cabeza”.

El experto en seguridad pública recalca que en Jalisco hay una disputa entre grupos regionales por el control de la plaza. En lo que respecta a “Los Zetas”, indica que hay miembros de esta agrupación criminal que no se conocen entre sí. Como una especie de autonomía en las plazas. “No es como en una empresa grande y transversal, eso hace mucho más difícil que afecte directamente. Habrá un reacomodo de fuerzas, pero no afectará las operaciones, porque se autofinancian. En Jalisco no hacía un balance o desbalance el que estuviera o no estuviera Lazcano; era algo simbólico. No tendrá gran trascendencia su muerte. Continuará una lucha férrea por el control de la plaza y su importancia en el trasiego de drogas”.