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Empresa Sabritas niega extorsión tras ataque

Por el moento, no tienen hipótesis alguna sobre las razones por las que fueron atacados los intereses de la multinacional

Por: SUN

Vehículos de la empresa Sabritas incinerados por bandas criminales en Michoacán. EFE  /

Vehículos de la empresa Sabritas incinerados por bandas criminales en Michoacán. EFE /

CIUDAD DE MÉXICO (29/MAY/2012).- Francisco Merino, vicepresidente de asuntos corporativos de Sabritas-Pepsi Co., negó que la empresa haya sido objeto de alguna extorsión por parte del crimen organizado y dijo que no tienen hipótesis alguna sobre las razones por las que fueron atacados los intereses de la multinacional.

Explicó que la empresa siempre ha actuado dentro de un esquema de ética que sólo se circunscribe a la distribución de sus productos para satisfacer a sus consumidores en México.

Tajante dijo que nunca ha servido la empresa a otros objetivos ajenos al perfil de esta industria, luego de que la periodista Carmen Aristegui de MVS Radio le preguntara la versión sobre si el Ejército o la Policía utilizó alguna de sus unidades para entrar a territorios con fuerte presencia del crimen organizado.

"Esto no es así", dijo Merino, quien explicó que aún no se han cuantificado los daños que causaron estos ataques a cinco de sus instalaciones ubicadas en Michoacán y Guanajuato el pasado fin de semana.

Dijo en la conversación que a ellos los tomó por sorpresa estas agresiones a la empresa, sobre todo porque ellos no habían sido objeto de alguna extorsión u otra presión proveniente de organizaciones criminales.

La empresa Sabritas, del Grupo PepsiCo, lamentó los ataques contra sus instalaciones cometidos en cinco municipios del país y aseveró que mantiene sus actividades normales para atender a sus clientes y consumidores.

Los pasados viernes 25 y sábado 26 de mayo fueron afectados, en algunos casos con incendios, cinco centros de distribución de la empresa ubicados en las poblaciones de Apatizingán, Lázaro Cárdenas y Uruapan, en Michoacán, así como en Salvatierra y Celaya, en Guanajuato.

Dichos ataques causaron daños aún no cuantificados a las instalaciones físicas, los vehículos de la fuerza de ventas y al producto destinado al abasto de la zona, sin que se registraran heridos o pérdidas humanas.

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