Lunes, 25 de Noviembre 2024
México | POR MARTÍN CASILLAS DE ALBA

El sonido y la furia

Cada quien encuentra su manera para armarse y poder realizar los cambios que se necesitan hacer en esta vida, entre los éxitos y los fracasos

Por: EL INFORMADOR

Fin de la terapia y ¿del terapeuta?

Cada quien encuentra su manera para armarse y poder realizar los cambios que se necesitan hacer en esta vida, entre los éxitos y los fracasos que muchas veces se deben a causas de fuerza mayor o porque están enraizados y no podemos o no nos atrevemos a sacarlos a la superficie.

Una manera de conocer nuestras limitaciones sin que por eso dejemos de vivir en plenitud es el psicoanálisis (freudiano), en donde hay que decidir trabajar hasta el final sin importar si éste se da 10 años después de haber empezado, justo cuando uno está listo para seguir caminando por la cuerda floja con eso que uno tiene y al hacerlo poder tener la cabeza en las alturas y los pies en la Tierra, aceptando, entre otras cosas, la muerte como algo natural.

Por eso resulta interesante —para esta Tertulia sabatina— una serie de TV que terminó ayer —hoy a las 22:00 horas pasan el maratón de la semana— “En Terapia u On Treatment”, una serie producida por Rodrigo García, hijo de Gabriel García Márquez y escrita por varios autores que estuvieron pasando por el Canal 22 en una perfecta secuencia, como pocos canales lo hacen.

“En Terapia” tuvo 78 capítulos con uno cada día de la semana, en donde resultamos ser los “voayeurs” de las sesiones del doctor Paul Weston (Gabriel Byrne) con sus pacientes, uno diferente el mismo día de la semana.

Todos aquellos que están interesados en saber —más o menos— lo que puede estar detrás de nuestros actos, de las pequeñas o grandes tragedias de nuestras vidas o que tengan deseos de encontrar los orígenes de nuestras fallas, separaciones, infidelidades, amores eternos, complejos, salidas o entradas al clóset, sin saber a qué se debe pero que han destruido a la pareja o a la familia o lo que más quieren, lo podemos ver en estas sesiones a las que le agregaron un poco de pimienta, para que el terapeuta fuese una de sus víctimas y tuviera una situación amorosa que tal vez lo llevaría —no lo sabemos— a dudar de la eficacia de su terapia o de la psicología en general.

La cámara toma al que tiene la palabra y, por eso, tienen que ser buenos actores que muestran el cinismo, enojo, locura o tristeza cuando tocan fondo, como lo hizo Sophie (Mia Wasikowska, la misma actriz de “ Alicia en el País de las Maravillas”), una adolescente que intenta quitarse la vida y que libra la batalla gracias a la terapia.

En casa del herrero azadón de palo, y a estas alturas no sabemos si Paul fue o no capaz de transferir el amor de Laura —su paciente—, y seguir la terapia o renunciar a todo.

Temas

Lee También

Recibe las últimas noticias en tu e-mail

Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día

Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones