El sismo en Mexicali afecta 25 mil familias

MEXICALI, BAJA CALIFORNIA.- Alrededor de 25 mil familias fueron afectadas por el sismo de 7.2 grados en la escala Richter que azotó Baja California y estado vecinos el domingo pasado.

Cuatro de las 11 delegaciones de Mexicali quedaron dañadas dejando a unas cinco mil 200 familias damnificadas.

El gobernador del Estado, José Guadalupe Osuna Millán, informó que hasta el momento, dijo, se mantienen las cifras de muertos que son dos y la de heridos que asciende a 232.

Los mexicalenses tienen temor y no es para menos, desde el domingo se han registrado unas 600 réplicas, algunas de ellas de 5 grados.

Aunque el Ejército aplica desde el lunes el Plan DN-III para brindar ayuda a los afectados, algunos han optado por dormir en parques, e incluso en sus automóviles.

Eduardo Solórzano, del ejido Durango, dijo que muchos vecinos tuvieron daños en sus casas, algunas de las cuales se derrumbaron y ahora viven en campamentos o albergues.

“En poblados como el Zacamoto la gente vive prácticamente entre el agua y en el caso de los ejidos Nayarit o Carranza no cuentan con servicios básicos. Hay casas que se hundieron en el kilómetro 57”.

Por si no fuera demasiado, denuncian que los comerciantes han incrementado el precio de algunos productos como el galón de agua que lo venden hasta en 25 pesos.

Osuna Millán dijo que ya inició el flujo de ayuda a las delegaciones y población que sufrió daños en sus viviendas. Entregaron material de construcción y lotes para edificar casas, en caso de que habiten en zonas de alto riesgo.

También, agregó que darán apoyos económicos para generación de empresas familiares y abrirán un programa de empleo temporal.

Por otro lado, el Senado aprobó un punto de acuerdo para pedirle al Presidente reasignar, a través de la Secretaría de Hacienda, los excedentes a las víctimas del temblor. También pidieron liberar cuanto antes los recursos del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) para Mexicali, anunciados el lunes por la Secretaría de Gobernación.

CRÓNICA

La grietas se “tragan” las casas en Mexicali

“Nuestras casas se las están tragando las grietas. Queremos que nos saquen del peligro”, es el clamor de los habitantes del poblado de Guadalupe Victoria, uno de los asentamientos más cercanos a la falla de la Laguna Salada, donde se ubicó el epicentro del sismo que cimbró a Mexicali el domingo pasado.

Abandonados por las autoridades, sin recibir ningún tipo de apoyo, integrantes de la etnia cucapá en El Mayor recuerdan cuando salieron espantados de sus casas en los momentos más duros del terremoto, que en medio de un gran estruendo deformaba el suelo y lo movía como si fueran olas en el mar.

Su comunidad se transformó y los cerros que integran la sierra aledaña a su hogar se convirtieron en cascadas de arena y piedras.

El temblor de 7.2 grados duró más de un minuto y para las familias de la zona, ubicada en el Sureste de Mexicali, pareció toda una eternidad. Para ellos la angustia se ha prolongado ante el enjambre de réplicas que los mantiene lejos de sus hogares. Siguen instalados en campamentos que improvisaron en las partes altas de su comunidad, en espera de que el Gobierno los reubique, ante la pérdida de sus pertenencias en medio de las grietas que se formaron o por las inundaciones causadas por la ruptura de canales.

“El agua salía del suelo como si fueran géiseres”, recuerda Fausto Campos Madrigal, vecino de la comunidad de Guadalupe Victoria.

Fausto Campos Madrigal y su familia, al igual que los habitantes de Guadalupe Victoria, quieren salir de la zona lo más pronto posible. Demandan apoyo para instalarse lejos del peligro.

El jornalero agrícola del Valle de Mexicali se quedó sin trabajar desde el domingo porque el campo donde labora resultó inundado por los canales de riego que se rompieron ante el movimiento de tierra.

El joven aprovechó la presencia de medios de comunicación para pedir a las autoridades que los trasladen a un lugar seguro. “Las grietas se están tragando las casas. Pedimos al Gobierno que nos saquen de aquí. No queremos terrenos, dinero ni nada, sólo que nos saquen del peligro”.