El silbato del globero

Nada más de pensar que como mexicana soy… eso, el silbato de un globero o los dulces que gané en mi última piñata, le dejo a su imaginación las condiciones en las que se encuentra ese silbato ¿eso es lo que soy? Quizás ya escuchó las nuevas versiones de los spots que se transmiten en radio y televisión de la campaña del Bicentenario del Gobierno federal, y si no, póngale atención. En el intento de manejar todo aquello que nos hace orgullosos de ser mexicanos, algunos de estos mensajes que le comento terminan siendo todo lo contrario. Un compañero de trabajo me decía, “si recuerdo mi última piñata en la que participé, no me llevé ni un méndigo dulce, porque los más fuertes me aventaron hasta atrás”. Y ni seguir con las analogías de esta campaña de publicidad porque está la de: “eres lo que sabe un chile relleno” o “eres el lunes a las ocho de la mañana”, sobretodo esta última, pensar en el tráfico y el estrés por llegar a la escuela o el trabajo ese día y a esa hora, terminas preguntándote otra vez, ¿eso es lo que soy?

Hace falta que alguien, de verdad, le diga al Presidente Felipe Calderón que sus asesores en comunicación algo están haciendo mal. La “puntada” de la semana se la llevó la encuesta sobre si el primer Mandatario debe acudir o no al mundial de futbol de Sudáfrica; ayer intenté buscarla de nueva cuenta  y no la encontré por ningún lado. El pasado jueves en cuanto se ingresaba al sitio de internet era lo primero que se apreciaba, el anuncio de los resultados, —favorables a la visita de Calderón—  y lo más bochornoso, el número de participantes, dos mil 516. Una de dos: o a la gente no le interesa si va o se queda, o ni siquiera se enteró de esta nueva forma de consulta a los mexicanos.

¿Por qué no buscar la aceptación o el rechazo en otros temas de mayor relevancia a través de la misma vía? Y piense usted cuáles serían los tópicos, muchos: seguridad, economía, combate al narcotráfico… la lista es interminable.
Así que por un lado buscan resaltar el orgullo de ser mexicanos y por el otro hacer como que si interesara nuestra opinión, y en ninguno de los dos, el resultado deja satisfacción.  Palidecieron el interés, la participación, “¿para qué?”, dirán algunos, “si México está cada vez peor”, coinciden otros…  y yo le agregaría perdido y arrebatado por el crimen organizado y la inseguridad.

Y vaya semana de discursos del señor Calderón, con su intención de colocar al país en el mejor sitio de inversión extranjera y con la petición de iluminación al Dios que cuida San Juan Chamula, Chiapas, para trabajar “en favor de los más pobres”.

Por cierto, ¿pues cuántos jinetes del Apocalipsis fueron pues? ¿cuatro o cinco?