Miércoles, 27 de Noviembre 2024
México | PALESTRA 20 POR JORGE O. NAVARRO

El país que deja el secuestro de Diego

¿No somos todos iguales ante la ley?, cuestionan indignados

Por: EL INFORMADOR

Desde que se publicó la noticia de que Diego Fernández de Cevallos está desaparecido, se ha escrito más de su persona que en todo el tiempo durante el que fue candidato a la Presidencia de la República, y más que durante los seis años durante los que fue senador en la Cámara alta.

Todos estos días he escuchado comentarios y reclamos abundantes que evidencian la indignación de personas a quienes les molesta que autoridades del Gobierno del país estén explícitamente ocupadas en hallar al “Jefe” Diego, mientras millones de mexicanos son víctimas, a diario, de la delincuencia y la ausencia del llamado “Estado de derecho”.

¿No somos todos iguales ante la ley?, cuestionan indignados.

Y tienen razón... al menos en teoría.

Pero para explicar el mundo, los hombres hemos inventado muchas expresiones. Así, tenemos a la mano el concepto “poderes fácticos”, para oponerlo al de “poderes formales”; es la realidad que se impone a la idea.

Hay un hecho tan grande como el Nevado de Colima: Diego Fernández forma parte de uno de los poderes fácticos —hay muchos— en nuestro país. Desde hace años es miembro de una escogida élite política y económica que decide el futuro inmediato de México en numerosos temas.

El “Jefe” es uno de los hombres fuertes de la política nacional. Así de simple. Por eso es que desde el anuncio de su desaparición, el mismo Presidente Felipe Calderón se ocupó del hecho y sin ocultarlo a la opinión pública, dio instrucciones para que se investigaran los hechos mientras hacía los últimos preparativos para salir del país en gira oficial.

Que en México hay “ciudadanos de primera” y “ciudadanos de segunda” es tan evidente que mencionarlo es un cliché.

Pero, ¿qué es tan diferente en el supuesto secuestro de Fernández de Cevallos, si todos los días muchos habitantes de nuestro país sufren secuestros y muchos de éstos ni siquiera son oficialmente reconocidos?

Aquí hay una propuesta de respuesta a la pregunta:

Con la desaparición del “Jefe” que bien puede estar vivo o muerto, según la voluntad anónima de su familia, porque ni siquiera la PGR tiene voz oficial para informar sobre el caso, se inaugura un nuevo México.

Estamos ante un México nuevo en el que un medio de comunicación poderoso e influyente (léase Televisa) determina que una noticia no debe transmitirse a las masas para no perjudicar investigaciones, aunque en otros casos su agenda apabulle a cualquier Procuraduría de Justicia.

Somos testigos de un nuevo México, en el que uno de los hombres del poder está a merced de otro poder fáctico que se impone por la violencia, ante la impotencia del Presidente.

Vemos cómo surge un México en el que los poderosos son débiles también y desaparece el derecho de quienes sólo estaban protegidos por la ley, no por su influencia y su dinero. Éste es el país que deja el secuestro de Diego.

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