El narcotráfico da prioridad a las rutas marinas: SSP

CIUDAD DE MÉXICO.- Los análisis de movilidad del área de Inteligencia de la SSP federal sobre los cárteles del narcotráfico muestran que se borraron las rutas del narcotráfico que llevaban las drogas desde el sureste mexicano hasta cualquier punto de la frontera norte.

Las rutas eran las mismas que se utilizaban para el ingreso de armas de fuego con circulación de norte a sur y en algunos casos de indocumentados, que llegaban a ser utilizados como "burreros" por las cargas de droga en la espalda.

El subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) federal, Facundo Rosas, explicó que la lucha entre los grupos de narcotraficantes y en general del crimen organizado ha borrado las líneas de trasiego.

Pero no sólo se han desdibujado las rutas de la ilegalidad, sino que además los territorios han sido invadidos. Hoy están traslapados y los cárteles están unos sobre otros, ya no por las rutas ni por el paso sino en guerra por el mercado interno y por el consumo local.

De acuerdo con los resultados de las investigaciones que efectúa la SSP el problema del territorio mexicano en general y el de los capos, así como las rutas, surgió el 11 de septiembre de 2001.

Después de los atentados contra las Torres Gemelas de Nueva York, Estados Unidos selló las fronteras, el trasiego de drogas transfronterizo casi se cerró y generó el incremento en el precio de estupefacientes y obligó a los consumidores a cambiar sus hábitos.

La escasez encareció el precio de la cocaína en Estados Unidos, la demanda se inclinó hacia las drogas de diseño como las metanfetaminas, que son más baratas, se producen a nivel casero y no requieren de un comercio transfronterizo que arriesgue a los vendedores.

El cierre de la frontera sur de Estados Unidos propició que los narcotraficantes mexicanos se quedaran con mucha de la droga que tenía que venderse y mientras en ese país la calidad de los enervantes bajaba y el precio subía, en México la oferta creció y bajó el costo y aumentó la calidad.

Este fenómeno generó la necesidad de consumidores, pues de no haber quién las consumiera los narcotraficantes difícilmente podrían mantener su negocio y recuperar su dinero, esto motivó a la proliferación de las "tienditas" y generó luchas regionales de los capos por el mercado al menudeo.

Las acciones más enérgicas del Estado mexicano llevaron a que los narcotraficantes tuvieran más dificultades para encontrar a jefes policiacos a nivel municipal y estatal que les dejaran el paso libre, lo que obligó a transportistas a diversificar sus caminos y ahora no hay rutas fijas ni forma de llevar grandes cargamentos.

Facundo Rosas explicó que como resultado de las dificultades que se presentaron para llegar con los grandes cargamentos de droga a Estados Unidos y para cruzar el territorio mexicano, "hoy existen evidencias de que los narcotraficantes han privilegiado las rutas marítimas" .

A los narcotraficantes no les interesa cuánto tengan que invertir para aprovechar el mercado de las drogas más grande del mundo, Estados Unidos, y aunque embarcaciones de manufactura casera podrían ser muy costosas a final de cuentas los pagan los consumidores.

Ante las nuevas condiciones de la actuación de los narcotraficantes y de los traficantes de personas, Facundo Rosas aseguró que la zona del Istmo de Tehuantepec, en Oaxaca, se ha convertido en estratégica para ambas partes.

Las rutas más seguras para los narcotraficantes están en el mar, ahí tienen el camino directo desde Centroamérica hasta California o Texas, sin pasar por México.

Sin embargo, hay zonas del país que siguen siendo paso de droga pues ahora se ha convertido también en un mercado de consumo. No obstante, según datos oficiales, no se compara con lo que se transportaba hasta fines de la década pasada por vía terrestre.