El meteoro también golpea a Colima

COLIMA (13/OCT/2011).- Hacía 15 años que un ciclón no causaba daños cuantiosos en las costas colimenses, pero “Jova” no sólo dejó huella en los municipios de Tecomán, Armería y Manzanillo, sino que también impactó con sus lluvias torrenciales en Colima capital, Villa de Álvarez, Comala y Minatitlán, informó el Sistema Estatal de Protección Civil, que realiza las primas evaluaciones de daños.

“Jova”, que la madrugada de ayer tocó tierra en las costas de Jalisco como huracán categoría 2, ocasionó el desbordamiento de ríos y arroyos, inundaciones en colonias de todos los municipios, áreas incomunicadas, puentes colapsados, desgajamientos de cerros y al menos cuatro mil colimenses desalojados, por lo que se activó el Plan Marina y Plan DN-III de apoyo a la población.

El delegado estatal de la Cruz Roja, Guillermo Villa Godínez, informó que se tiene el reporte de tres personas desaparecidas. Dijo que de acuerdo con un balance preliminar, dos de los desaparecidos fueron reportados en la comunidad de Tecolapa, en Tecomán, y uno más en Coquimatlán.  

Más tarde, el Gobierno estatal informó de la muerte de una anciana de 71 años.

Instalaciones hospitalarias, como el Hospital de Zona Metropolitano número uno del IMSS, en la capital del estado, fue evacuado debido a que el Río Colima, que se ubica a un costado de dichas instalaciones, rebasó su nivel.

La clínica del ISSSTE en Colima sufrió daños e inundaciones, sin embargo continúa en operación. El Hospital Civil de Manzanillo tuvo afectaciones parciales.

En la capital colimense colapsaron dos puentes urbanos, lo que ha obligado a cerrar vialidades.

Carreteras como la Villa de Álvarez-Minatitlán fueron cerradas a causa de los desgajamientos de cerros que bloquearon dicha vialidad.

En Manzanillo el desbordamiento de los ríos Salagua y Santiago, así como Marabasco y deslaves por la zona de La Tolva, ocasionaron problemas en las colonias que radican en el lugar, la autopista Manzanillo-Colima se encontraba bloqueada en ambos sentidos.

En la zona costera de Manzanillo, Tecomán y Armería prácticamente desaparecieron la mayoría de negocios, principalmente construidos de materiales endebles (láminas, madera y palma de coco), a causa de las fuertes marejadas y oleajes.