El difícil día de la mujer

Hoy como hace un año, se conmemora el Día Internacional de la Mujer. Se trata de un recordatorio vergonzante —se abunda líneas abajo—, tanto que, por ejemplo, el gobernador del Estado prefirió viajar a Sinaloa para firmar un convenio preparativo para los Juegos Panamericanos. Es posible que Emilio González Márquez, como reza el cliché, conmemore a la mujer “todos los días del año”, pero su ausencia envía un mensaje significativo de la importancia que otorga a esta fecha.

Pero en lugar del gobernante, se queda por aquí la presidenta del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Carmen Lucía Pérez Camarena. La funcionaria estatal encarna (en teoría) el trabajo institucional permanente para eliminar la diferencia entre géneros que, cualquiera ve, favorece por mucho a los varones.

La señora Pérez Camarena es más conocida públicamente por sus actividades políticas en el Partido Acción Nacional que por acciones definitivas para apoyar a las mujeres de su Estado en la disminución de la violencia que desde el noviazgo afecta a 60% de la población femenina, o para exigir y argumentar la aplicación de una “alerta de violencia de género” que le solicita el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de las Mujeres (Cladem) por los denominados feminicidios, que aumentan con el paso de los años: 58 en 2009, 81 en 2010 y en lo que va de este año, seis reconocidos.

Pero si se toma en cuenta que el año pasado el Instituto de las Mujeres ejerció 18 millones 932 mil pesos (de los que el porcentaje mayor se fue a pago de nómina), es posible medir el alcance de sus acciones. Además, en 2011, por falta de presupuesto (el gobernador lo vetó) el organismo dedicado a la mujer se encuentra en condiciones casi idénticas.

Por datos como los anteriores y las comparaciones que permiten, se sostiene que la conmemoración de este día es vergonzante... y hay más:

Mientras en publicitar el Cuarto Informe de Gobierno se reconoce oficialmente el gasto de 91 millones de pesos, esa mayoría que son las mujeres de Jalisco (3.7 millones de ellas, o sea al menos 200 mil más que los hombres), dicen ser víctimas de alguna agresión en al menos siete de cada 10 casos.

También persiste la cifra nunca determinada de discriminación laboral contra mujeres embarazadas y, en este mismo renglón, el menor pago de sueldos por un trabajo igual al de los hombres.

Los ataques físicos contra las mujeres no reconocen grupos de edad; lo mismo niñas que adolescentes y adultas los padecen, donde se esperaría que no ocurriera. La Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares reporta que en todo el país, 78.5 de cada 100 chicas de 15 años y más, sufren incidentes de violencia en su relación de pareja, en su familia o en espacios escolares, familiares o comunitarios.

Más y más estadísticas se encargan de revelar que, definitivamente, éste y todos los días son difíciles para las mujeres. Y no hay manera de escapar.