El cinismo de unos y la torpeza de otros

GUADALAJARA, JALISCO.- Escocía. Ya. Ya. Y sin embargo Acción Nacional hizo de ellos una defensa a ultranza. “Bueno”, respondía Héctor Larios, “lo primero que hay que verificar es si se viola o no se viola la ley”.

Día de sesionar. Se habían presentado, de primera lectura, los dos dictámenes aquéllos que, en la víspera, había aprobado ya la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados. Se había desatado el debate por la reforma petrolera en el Senado, que en la víspera el PAN un round había perdido cuando el PRI se sumó al resto de la oposición para taponar la propuesta panista de abrirle filiales a Pemex.
Pero lo que más ardía a los opositores eran los nombres ocultos de las empresas que, especulando, le dieron un mordisco de nueve mil millones de dólares a la reserva del Banco de México.

Desde lo alto de su arrogancia, Héctor Larios siguió: “Si se pone a disposición, a la venta dólares y los que los compran reúnen los requisitos, me parece que el propósito para que los quieran es muy su voluntad. No necesariamente hay un delito en eso”.

Ya el PRD en San Lázaro había anunciado que presentará una iniciativa para que sean sancionados los especuladores. “Ya hoy se conocen algunas empresas”, declaraba Alejandro Sánchez Camacho, “como Cemex, Comercial Mexicana y otras más. No se puede especular, menos con el peso mexicano”. Y entonces, la admisión: “Desgraciadamente no hay una sanción de carácter legal”.

En lo que en el perredista sonaba a torpeza, o ineficiencia e ineficacia del Congreso en su papel de contrapeso constitucional, en el panista se escuchaba a cinismo. Héctor Larios: “Si hay delito, se tiene que perseguir”.

Pues no. No habrá delito porque los legisladores no han legislado en torno de la especulación cambiaria. Al menos eso reconocía uno de los diputados más recalcitrantes del PRD.

Otra voz panista surgió al paso de los perredistas. El segundo de a bordo de la bancada panista, Cristian Castaño, arremetía también en defensa de las empresas que —no conocidas todas todavía— con sus compras masivas de billetes verdes hicieron que el peso mordiera el polvo hasta casi llegar a los 15 dólares. Por cierto, la Comisión de Hacienda, en su trabajo legislativo de ayer, situó al tipo de cambio en 11.70 pesos por dólar, para los efectos del macro macroeconómico que calculan deberá prevalecer en 2009.

Acaso por lo anterior, Héctor Larios había declarado que “si respetaron las reglas me parece que no hay razón para perseguirlos (se refería a los empresarios que compraron aquellos nueve mil millones de dólares). En todo caso, que la autoridad establezca reglas claras para no quejarse de lo que sucede”.
Más allá de las voces del panismo, la oposición siguió ayer insistiendo en que Agustín Carstens deberá revelar los nombres de todas las empresas que mediante la especulación de hace unos días hicieron sangrar del hocico al peso mexicano, parando de pestañas a todo el mundo en 165 minutos, lapso en que se realizó la compra-venta de moneda.

Martes 14. Octubre de 2008. Este día han concluido las comparecencias de los gobernadores, a propósito del Presupuesto de Egresos para 2008. La fase que comienza es la de revisión y estudio de datos. A decir de la Comisión de Presupuesto y Cuenta Pública, todos los gobernadores están advertidos de que lo que piden... ninguno será como desean. Se aplica la definición más universal de la economía: la ciencia de lo escaso.