El caso WikiLeaks no dañará relación con EU

CIUDAD DE MÉXICO (06/DIC/2010).- La relación política y diplomática entre México y Estados Unidos difícilmente se vería dañada por las críticas emitidas por representantes del Gobierno de Washington, aunque sí podrían detonar un fuerte sentimiento de desconfianza, sobre todo de aquellos a quienes se les cuestiona su capacidad en la lucha contra las drogas, coincidieron analistas y estudiosos de la relación bilateral.

Jorge G. Castañeda, ex secretario de Relaciones Exteriores, no cree que este incidente tenga una repercusión “sustantiva” ni de fondo en la relación bilateral, pero que en definitiva si va a afectar la postura interna del Gobierno de México, ya que a través de estos informes la sociedad se enteró de una política de colaboración estrecha con Estados Unidos que prácticamente se llevaba en las sombras.

“La única forma de sortear esto es que el Presidente Felipe Calderón le diga al país de qué se trata de esto, que la guerra sólo es viable con una apoyo importantísimo de Estados Unidos en estas condiciones, y esto quiere decir, A, B y C, que quiere decir, Carlos Pascual, la DEA, la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF, en inglés) quiere decir muchísimas cosas. Estas son las implicaciones lógicas políticas y diplomáticas inevitables de la guerra que yo declaré. Sépanlo, lo demás no tiene solución”.

Comentó que cuando hay un escándalo de esta magnitud, que afecta a 150 países, también repercute en México, ya que la relación con Estados Unidos es más importante que para la gran mayoría de esas naciones.

Acerca de los comentarios hechos sobre algunos funcionarios mexicanos, Castañeda expuso que ni Carlos Pascual ni John Feeley (encargado de negocios) emitieron juicios “absolutistas o peyorativos” contra funcionarios mexicanos, cuando menos en lo visto hasta ahora, y que por ello difícilmente podría haber una reacción de desconfianza en este momento.

Contrariamente, considera que lo que viene podría ser mucho más complicado. Cree que las revelaciones detonarán críticas de actores políticos mexicanos expresados a funcionarios estadounidenses, despotricando contra otros políticos mexicanos, que dañará aún más a la propia clase política del país.

Piden medidas preventivas

“Esto es apenas la punta del iceberg”, dijo el ex embajador de México en Washington, Jorge Montaño, quien considera que éste es el momento de aplicar medidas preventivas, para evitar que el contenido de las comunicaciones diplomáticas “atenten” contra la relación bilateral.

El internacionalista José Luis Piñeyro consideró que las revelaciones sí tendrán un impacto relevante en el diálogo político entre los dos países, sólo en caso de que sigan las críticas contra instituciones como la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) o de Seguridad Pública federal, o señalamientos más específicos contra personajes políticos del actual Gobierno.

“En la medida en que se sigan divulgando más informes, la relación se tornará más tensa, y la desconfianza se podría arraigar en el contacto bilateral”.

Jorge Chabat consideró que la relación bilateral es demasiado compleja como para resultar dañada por los informes divulgados por WikiLeaks. “En este momento no hay espacio alguno para el conflicto entre los dos gobiernos”.

Aunque Jorge Chabat prevé cierto nivel de desconfianza por lo revelado en los informes oficiales enviados por la embajada estadounidense al Departamento de Estado, “esta situación no tendrá mayores implicaciones”.

El internacionalista José Luis Piñeyro considera que la crítica a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) sí podría influir en futuros diálogos