Martes, 26 de Noviembre 2024
México | PERGEÑO POR VÍCTOR E. WARIO ROMO

El camino es la paz

Los hechos violentos que sacudieron a la Zona Metropolitana de Guadalajara mostraron un rostro particularmente violento que la mayoría de los tapatíos no habían vivido

Por: EL INFORMADOR

Víctor E. Wario.  /

Víctor E. Wario. /

Una de las maneras de definir la paz es por oposición: la paz es ausencia de guerra. Cuando alguien pide paz, cuando alguien clama por tener paz, lo que está pidiendo es salir de un estado de hostilidad, de violencia, en el que ha entrado no necesariamente por voluntad propia.

Los hechos violentos que sacudieron a la Zona Metropolitana de Guadalajara la noche del pasado martes 1 de febrero, mostraron un rostro particularmente violento, hostil, agresivo, que la mayoría de los tapatíos no habían vivido y, con todo y encontrarnos desde hace tiempo en una espiral de violencia, no esperábamos presenciar así, de golpe, de noche, como parte de una tétrica escenografía de fuego y amago de muerte.

Algo no se está haciendo bien en esta lucha contra las bandas criminales. A lo mejor comenzando por el hecho mismo de haber declarado una “guerra” en la que no estaban claras ni la estrategia, ni los alcances, ni la duración, ni la capacidad de destrucción del enemigo. Porque aquel “Operativo Conjunto Michoacán” con el que se inauguró el sexenio del Presidente Felipe Calderón nos avisaba que había territorios tomados por grupos de la delincuencia organizada, pero ni por asomo nos dejaba ver la territorialidad de su poder, su capacidad de desplegar estrategias de compra-venta, en las que la droga, la mercancía ilegal, la prostitución y trata de personas, el robo de vehículos, hacían cada vez más nutrido el catálogo de productos de oferta para el mercado.

Dicen las autoridades estatales que lo que ocurre en Jalisco es una reacción de los criminales a las acciones punitivas en su contra. Lo cierto es que estos cárteles están conquistando territorios nuevos y han escalado en sus acciones destinadas a la siembra del terror entre la población civil. En parte lo han logrado.
De ahí la importancia de que se sumen y se anuden las voces ciudadanas para que no se pierdan los espacios que permanecen en paz.

El rector del Iteso, Juan Luis Orozco, lo expresa así: “Este momento histórico, en que una gran parte de la población tiene miedo —y con toda justificación—, rogamos, pedimos, invitamos, exigimos, conminamos encarecidamente a todos los actores sociales a que vayan a lo profundo de sus convicciones y que no se olviden nunca de cuidar la propia vida y la de todos, porque toda vida tiene el mismo valor y porque ningún interés mezquino puede estar por encima de ella; que el camino para la construcción de mejores días para los niños y niñas, para los jóvenes, ancianos, adultos, pobres y ricos, es la paz; que recuerden que para los cristianos y para cualquier ser humano, la vida es sagrada; que para solucionar el complejo problema del mercado de estupefacientes, el Gobierno debe tomar el camino de la paz, la inteligencia, la firmeza sí, pero sin buscar la muerte de nadie”.

Sumemos nuestra voz: No + violencia.

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